El domingo 12 de julio teníamos una cita importante al mediodía en el restaurante Quatre Vents 3.0, situado, a pie de carretera, justo antes de entrar en el bonito pueblo amurallado de Hostaric. Hacia exactamente 4 meses y medio que no habíamos visto a Jaume (Socdesitges) y a Conxita con los que compartimos mesa por ultima vez el 1 de febrero de este año en Els Casals y con los que teníamos muchas cosas que compartir.
No voy a describir el restaurante, pues ya lo hizo perfectamente Jaume en su comentario precedente. Añadir que se trata de un Bib Gourmand de la Guia Michelin y que ese día el restaurante se llenó.
Yo no se lo que pasó pero prácticamente nada estuvo a la altura de nuestras expectativas, primeramente la conexión QR para visionar las cartas funcionaba mal, el servicio de sala, al menos en lo relativo al camarero que se "ocupó" de nosotros, no estuvo en ningún momento a la altura esperada. Debo decir que la intervención en otras ocasiones de otros camareros tampoco brilló. El servicio del vino se ciño únicamente al descorche y a la primera cata, menos mal que el vino escogido por Jaume, lo mejor de la comida, alegró la experiencia gastronómica.
El restaurante, se llenó con varios grupos.
Aconsejados por el servicio y con la imposibilidad de leer correctamente la carta, optamos por tomar lo que sigue :
Como primeros, compartimos, servido en el centro de la mesa :
Tiradito de vieiras, pil pil de llet de tigre, alvocat, maduixes, poma (Tiradito de vieiras, pil pil de leche de tigre, aguacate, fresas, manzana). No encontré los sabores que esperaba, me pareció poco sápido. MC estuvo de acuerdo conmigo, no se exactamente lo que pensaron nuestros amigos, aunque a priori no les vi muy entusiasmados.
Les nostres braves, dues coccions, dues salses (Nuestras bravas, dos cocciones, dos salsas). Patatas hervidas... totalmente anodinas, sin ningún tipo de rock and roll. De las peores que he comido.
Seguimos con cuatro raciones individuales de Arròs a la llauna, llamàntol i llagostins sense feina, salicòrnia i allioli de plàcton ( "Arros a la llauna" , bogavante i langostinos sin trabajo, salicornia y alioli de placton). Sin duda lo mejor de la comida. Arroz sápido, con buen punto de cocción, aunque a mi parecer los mariscos (bogavante rojo y langostinos) vista la textura y el sabor eran congelados. Raciones enormes, ninguno pudimos acabarla.
Como postres compartimos cada una de las dos parejas :
Coulant de xocolata blanca i mascarpone, gianduja i mandarina (Coulant de chocolate blanco y mascarpone, giandoja y mandarina) No se lo que pensaron Jaume y Conxita.
Fruits vermells marinats, mango, canyella, escuma de menta i alfàbrega (Frutos rojos, mango, canela, espuma de menta y albahaca) . Bueno
Para beber tomamos un par de botellas de vino blanco ecológico, muy bien escogidas por Jaume, Auzells 2018 DO Costers del Segre, Bodegas Tomás Cusiné en el Vilosell. Cepajes : Macabeu, Sauvignon blanc, Chardonnay, Riesling y Albariño. Crianza en contacto con sus lias durante 6 meses. Vino fresco, mineral, redondo, persistente en boca y con mucha personalidad. Me gustó y acompañó perfectamente el arroz.
Finalizamos con unos cafés, que nos sirvieron fríos, no por haberlos pedido así, si no porque hacia rato que los habían hecho. Pedimos cuatro nuevos cafés (los primeros no nos los cobraron) y visto el calor insoportable que hacia en la sala, nos los fuimos a tomar a la sombra en una terraza exterior donde pudimos hacer una agradable sobremesa.
La cuenta ascendió a 49,50 €/persona. RCP correcta, sin mas. Prefiero pensar que tuvimos un mal día y que la cocina no ha perdido la calidad que tenia en el 2015 cuando Jaume lo descubrió, aunque cinco años en según que restaurantes son muchos años...Personalmente no lo recomendaria y pienso que no volveremos.