Domingo de julio, mediodía, Benidorm… ¿Dónde comemos? Calorazo, perezona… Ufff, en algún lugar fresquito y no muy lejos.
Habíamos desayunado muy bien en la cafetería del moderno Hotel Agir y al volver a pasar vimos que tenía restaurante arriba. Oye, pues si hemos desayunado tan a gustito, ¿por qué no comemos también? Ascensooooooooor!!!
Qué buena sensación al abrirse las puertas del ascensor. Muy cool, diseño guapo e informal a la vez, con vistas macanudas al mar (planta 5 de edificio en Avda. Mediterráneo), luminoso, fresco, desahogado, una buena cava acristalada a la entrada… ¡Casi que me da igual si se come bien o mal!
Nos ofrecieron un menú festivo por 14€ (sin iva ni bebidas) y no nos lo pensamos.
• Rabas de calamar
• Gazpacho andaluz con picadillo
• Degustación de arroces: magro y verduras / pescado y marisco
• Sandía preparada
Pues oye, encima comimos satisfactoriamente. Unas rabas (ración para compartir a modo de aperitivo de la casa) que bien pudieran haber pasado por cántabras, un buen gazpacho con sus correspondientes tropezones, y una degustación de arroces sabrosa, pelín pasados ambos, pero sabrosos.
Carta de vinos correcta, tenía más en la cava que en la carta ¿¿?? Tomamos un champagne, Veuve Pelletier & Fils Brut que siempre que lo veo y estoy tontorrón lo pido, pues su RCP es excelente. Copas decentes nada más. Y trato del mismo decente nada más también.
Por lo demás, bien servidos. El maître era un tipo experimentado muy profesional, muy superior a sus efectivos que, eso sí, eran muy agradables.
Y tan ricamente.
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