Restaurante La Baita en Bologna
Restaurante La Baita
País:
Italia
Localidad:
Cód. Postal:

Añadir tipo de cocina

Vino por copas:
Precio desde:
19,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Nota de cata PRECIO MEDIO:
19 €
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
-
Comida COMIDA
-
Precio medio entorno ENTORNO
-
RCP CALIDAD-PRECIO
-
Aurelio_Gómez-Miranda_Salumeria_La_Baita_Bologna
Opiniones de La Baita
OPINIONES
1

Después de pasar el día en Módena y con la inolvidable comida en la Osteria Francescana, regresamos a nuestro campamento base, Bologna (la gorda, la docta, la roja), con minisiesta en el tren incluida, posterior duchita en el hotel y… vamos a pasear una vez más por esos interminables y deliciosos pórticos (¡aproximadamente 40 km de pórticos!), y a ver dónde cenamos hoy.

Apetecía algo informal, ligerito, con buen vinito. Nos pedía el cuerpo un Tamburini… pero joé, no podíamos hacer eso de lo que siempre habíamos renegado: ¡con todo lo que hay por conocer en esta ciudad, no vamos a repetir tres veces en un sitio por muy bien que esté!

Detrás de la Piazza Maggiore, hay un barrio medieval delicioso, y dentro de él una estrecha calle peatonal con encanto especial, Via Pescherie Vecchie. En un pequeño tramo de ésta, se acumulan 5 ó 6 bares y restaurantillos, todos ellos con pequeñas terracitas que se agolpan confundiéndose una con otra y prácticamente cortando el paso a los transeúntes. Era lunes y… todo hasta arriba. No deja de sorprenderme la vitalidad de esta ciudad, qué ambientazo continuo.

La oferta era muy similar: ensaladas, tablas de embutidos y quesos y buen vino. ¡Oño, lo que nosotros queríamos! Bologna es una ciudad de embutido y, además, es vecina co-regionaria (Emilia-Romagna) de Parma, una ciudad de queso. Así que no es raro.

Tuvimos la potra de que en uno de ellos, el que mejor pinta tenía, quedó libre una mesita en la terraza. Era tipo del tan nombrado Tamburini, es decir una salumeria que además era bar y terraza y ofrecía buenos vinos por copas.

La mesa, como todas las de esta calle, era alta, y te sentabas en banquetas. Muy cuco todo, pero apretado y un poco agobiante, muy de estudiantes y “gente joven” (qué mal me siento diciendo esto como si fuera un abuelo, que lo debo ser, claro).

Así que, pedimos lo que tocaba, que era además lo que nos pedía el cuerpo:

Insalata Modna
Tagliere Emilia

La ensalada era de lechuga, tomatitos, mozzarella y aceitunas negras y prosciutto cotto (una especie de jamón de york). Tiene buena huerta por aquí, saben bien las ensaladas, siempre con aceite de calidad, y la mozzarella es de verdad.

La tabla llevaba tres embutidos y dos quesos. Bien todo pero… no es Tamburini. Eran mortadela Bologna IGP, culatello (un embutido italiano muy interesante que recordaba a nuestro lomo embuchado) y salame felino (un salchichón macanudo). Los quesos, Caciotta Bell'Emilia, anodino y Sua Maestà Il Nero, un queso de montaña parmesano, que estaba de diez.

Con la tabla te sacaban un cestito súper cuqui que contenía piadinas y tigelles artigianales recién horneados… ¡ayayay, qué perdición!

El servicio, era tremendamente irregular. O te tocaba una tipa desagradable a más no poder que no tenía ni idea de vinos, o un tipo encantador, que además sabía de vinos. Nos tocó la primera, qué mala suerte. Peeeeeero, como la suerte a veces, se busca… pues de una manera hábil dimos una larga cambiada española y “nos hicimos” con el chico. Una preguntita de vino atracándole cuando pasaba cerca, le gustaba el vino, se notaba, a nosotros también… otra preguntita… y ya nos llevó él. Jeje, cómo cambia el cuento. Asesorados por él, probamos cuatro cositas muy interesantes, pues como decía tienen vino por copas:

o Pignoletto frizzante Il Dotto Colli Bolognesi 2013
o Prosecco Parco del Venda
o Emozione Chardonnay Colli d’Imola 2014
o Castel Sallegg Lagrein 2013

Iniciamos con un interesante dueto de espumosos italianos de inicio: un pignoletto, que es de la zona de Emilia-Romagna, y un prossecco, más al norte aún. Repetimos de uno de ellos, y fue de pignoletto, por su tipicidad y su punch. Continuamos con un correcto y ligero chardonnay también de nuestra querida Emilia-Romagna, y cerramos con un tinto de la norteña Trentino-Alto, potente, complejo y carnoso cuya variedad, lagrein, no conocíamos y nos encantó conocer.

Pues eso, que desenfadado, informal, baratito, ambientazo, buen rollito y… embutido, queso y vino más que correctos. No es Tamburini, pero…

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar