He podido comer tres veces en este restaurante modenés, me ha gustado seguir la evolución del mismo y creeme de las veces que he comido la última que fue el año pasado con 3 estrellas es con la que más mal sabor de boca me quedo, la que más disfruté la primera con una estrella, platos míticos como su aguapazza, el cotechino o la anguila.
Creo que Botura a apostado por la imagen y por estar en la foto olvidándose del contenido, como la mayoría de restaurantes de Itália.
Por el contrario comí espectacularmente en Duomo de Enrico Crippa y Andre Breton en Milano.