Tradicional

Escondido a orillas de río Güeña. Decoración entre clásica y rústica. Amplia terraza. Servicio correcto. Sin manteles, servilletas de papel, menaje correcto. Carta con algo más de una docena de tapas bastante tradicionales, una media docena de principales donde predominaba la carne y media docena de postres. Carta de vinos justita donde me costó elegir. Precios x1,5 aprox. Servicio consistente en apertura y primer llenado.

Cena para dos. Servicio de pan, 1,50 € por persona.

- Lomos de sardina ahumada con carpaccio de naranja (16,80 €) - No sé a qué precio iría la sardina, pero nos pareció desorbitado el de este plato. Sardinas con poco sabor ahumado. Llamar carpaccio a unas rodajas de naranja...

- Entrecot de ternera asturiana (28,50 €) - Tuve que pedir que me cambiasen el cuchillo para poder cortarlo. El dueño me explicó una historia acerca de que si ponía los cuchillos buenos, se los robaban. Carne más bien chiclosa y difícil de cortar.

- Bacalao con pimientos (24,50 €) - Tenía mejor aspecto que mi carne.

De postre:

- Tarta chalota de turrón (6,50 €) - Sin destacar, lo mejor de la cena. Me acabo de dar cuenta de que nos invitaron. Sería por lo de los cuchillos...

Para beber, una botella de agua grande (3,40 €) y una botella de Artuke Pies Negros 2021 (19,20 €) servida con cubitera a petición nuestra.

Por lo que pagamos, nos pareció que ni la comida, ni el servicio, ni el entorno lo merecían.