Este restaurante forma parte del hotel CAP rocat que se esclava en una antigua fortaleza militar en los acantilados de cala brava. El sitio es simplemente espectacular, romántico, natural, mágico en definitiva..
A parte de este seaclub está el restaurante gastronómico y el hotel..
La atención prestada por el personal es cercana y muy profesional, una pasada.
En cuanto a la comida , es sencilla pero muy bien elaborada con una carta de postres muy variada. También es muy variadas la carta de vinos con muchas referencias isleña..
La elección fue:
1. Coca de gambas de soller
2. Tártaro de salmón+ tártaro de bonito.
3. Calamares con piñones
4. Entrecot.
5. Trata de queso
6. Coulant de almendra.
Empezamos con una copa de ruinart blanco y una botella de Pinot noir de Toni gelabert.
VOLVEREMOS