El grupo de restaurantes que se une al movimiento Slow Food cada vez es mayor. Y no creo que sea un hecho de "postureo", sino una necesidad por parte de los cocineros, que se han ido concienciando de la importancia de respetar y dar expresión propia al territorio desde donde trabajan.
Lo Ponts es el ejemplo de como evoluciona hacia bien un local de carretera, que se ha dejado impregnar por la evidencia de que lo cercano también es universal.
Monstse y Ramón, ella en sala y él en cocina, han conseguido un restaurante honesto. Uno de esos locales a los que da gusto acercarse, porque sin fuegos de artificio, las cosas que van apareciendo sobre la mesa, saben a verdad. Desde el pan hasta los pimientos, desde el cordero hasta los quesos.
Buen aceite. Cocciones correctas, carta de vino presentada en tablet, asistentes de sala que son consciente de que lo que quiere la gente que se acerca, o pasa, por/hasta Ponts, quiere ser feliz de una manera cercana.Como si se le tratara en familia aunque uno sea un desconocido.
Plantean dos propuestas. Por una parte una carta/menú de cocina tradicional que durante la semana tiene un precio el menú de 20€ y el fin de semana 25€. De esa carta compusimos un menú compartido, con lo que pudimos probar cuatro propuestas, un platito de queso y un postre.
Sabrosas las habitas con butifarra. Magnífico el canalón, Bueno el Bacalao al horno con una pequeña nota de un pimiento asado extraordinario, y para terminar un poco de cordero repleto de sabor.
Los cinco quesos probados dan buena cuenta de la riqueza que Lleida y la zona del Urgell tiene.
Vinos a precios muy correctos, y la posibilidad de tomar algunos por copas, incluyendo algunos dulces.
La cuenta final apenas llegó a 75€, lo que habla de una contención inteligente que habla en favor de la casa.