Restaurante Vinoteca Ribeira de Fefiñáns en Cambados
Restaurante Vinoteca Ribeira de Fefiñáns
País:
España
Provincia:
Localidad:
Cód. Postal:
Tipo de cocina:
Vino por copas:
Precio desde:
38,35 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Nota de cata PRECIO MEDIO:
44 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
7.5
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
7.0
Comida COMIDA
8.0
Precio medio entorno ENTORNO
7.5
RCP CALIDAD-PRECIO
7.5
Opiniones de Vinoteca Ribeira de Fefiñáns
OPINIONES
3

Para nuestra primera cena en las Rias Baixas, tras haber leído el buen comentario de Alberto Freire, nos dirigimos a la Ribeira de Fefiñans, situada en Cambados frente a la ria de Arousa.

Llegamos a eso de las 21h y nos situamos en una mesa del interior del local, frente al ventanal. El local no es muy grande, tipo taberna, con una gran barra al fondo, y algunas mesas altas con taburetes de madera. Las mesas, sin manteles, están muy próximas las unas de las otras, la vajilla es contemporánea y las copas son de buena calidad. Los muros están "tapizados" de botellas. Tienen mas de 500 referencias.

El servicio de sala es amable pero lento, el servicio del vino aunque pueda perecer paradójico se limitó al descorche de la botella y a la cata. Pedí una camisa para mantener la botella a temperatura, y no tenían, me la pusieron en una cubitera con hielo y sin paños anti-gotas para servir el vino, lo que me parece muy sorprendente.

Todas las fotos de la comida (6) pueden verse en el 1er comentario.

Compartimos todos los platos :

Zamburiñas 10 piezas. Al parecer las autenticas que llevan ese nombre, salvajes, con las conchas algo mas oscuras que las otras, las volandeiras, las que se sirven normalmente en todos los restaurantes bajo el nombre de zamburiñas. Parece que este y D'Berto son los dos únicos restaurantes del Salnés que las tienen en su carta. Excelentes

Berberechos al vapor Buena ración, medianos de tamaño y con buen sabor a mar. Muy buenos

Brochetas de langostinos 6 piezas. Colas rebozadas con pasta tipo kataifi. Colas de buena textura, con un rebozado fino y crujiente acompañadas de una buena mostaza ligera. Muy buenos

Croquetas de jamón y de centollo 3 piezas de cada. Las de jamón banales, poco crujientes por fuera y demasiada bechamel que ocultaba totalmente el sabor del jamón . Las de centollo, buenas.

Ensalada de pulpo con colas de langostinos, garbanzos, patatas y hojas de ensalada. Bien preparada, muy lograda. Buena

Para beber teníamos ganas de probar un albariño crianza en barrica, pero no tenían y para remplazarlo nos aconsejaron un Zarate Tras da Viña 2012 Bodega Eulogio Pomares Zarate & hijos con una crianza de 30 meses en cubas de acero inoxidable en contacto con sus lías finas. Me pareció un vino super agradable, fresco y muy sabroso. Me gustó.

Finalizamos con 2 cafés.

La cuenta ascendió a 38,35 €/persona. Buena RCP. Es una cocina de puro producto , sin elaboración, de buena calidad, en un marco de ambiente distendido y familiar... lastima que el servicio sea un poco lento. Volvimos 8 días después y pudimos contrastar la opinión. Colgaré el nuevo comentario próximamente.

Dos vistas en estos dias de Agosto me confirman la buena materia prima con la que trabaja y el buen trato del vino en este restaurante -vinoteca.

Habia probado las zamburiñas normales pero nunca habia probado las zamburiñas salvajes, es como el jamon normalito y el jamon pata negra, dos productos diferntes ¡¡ Que buenas!!

Tambien recuerdo una ensalada de pulpos y langostino con garbanzos que resulta muy fresca e interesante. Para cambiar un poco tambien pedimos un secreto iberico que no se quedaba por abajo.

El vino bien tratado, con copas buenas y una carta interesante que aunque se basa en los vinos de la zona, tambien toca otras zonas de todo el mundo. Nos trajeron un albariño que no habia oido nunca, El Secreto de Candela 2014, que no se arrugo y supo comportarse.

Merece una visita a Cambados si se esta por la zona.

No era la primera vez que visitábamos la casa y no será la última desde luego.
Después de haber pasado una Semana Santa muy gastronómica había que poner el punto final el sábado por la noche en un sitio al menos decente. Después de intentar sin éxito reservar en varios restaurantes de Sanxenxo e incluso Pontevedra, nos acordamos de Ribeira de Fefiñáns en Cambados.

La llegada al pueblo nos sorprende sobremanera por el contraste entre el bullicio y abarrote de Sanxenxo y la tranquilidad, casi quietud de Cambados. Entramos a la vinoteca-restaurante y, aún teniendo gente, no estaba llena como cabría esperar; el lleno total llegó un poco más tarde.

Nos recibe Xabi, el alma máter de la cocina actual y también jefe de sala y nos acomoda en una de las mesas bajas. Elegimos la comida teniendo en cuenta sus recomendaciones y de los vinos ya se encarga él. Todo al centro para compartir (cómo me gusta esta fórmula!):

• Empezamos a petición de uno de los comensales con un variado de conservas. Vaya calidad de la materia prima … Sardinilla con brotes y tomate, mejillones en escabeche, espárragos con virutas de jamón ibérico y caballeta con un picadillo de cebolla y pimiento. No como habitualmente conservas pero si son de calidad resultan exquisitas.

Zamburiñas (de las auténticas). Casi no hay en el mercado ninguna zamburiña, la mayoría de lo que se puede encontrar es volandeira que, aún estándo buena, se queda lejos de la de verdad. Una textura, un sabor a yodo. Resultaron tan buenas que según llegaron a la mesa ya solicitamos otra ración.

Colas de langostino envueltas en pasta kataifi. Otra ración que hubo que repetir. Algo tan sencillo como este plato resulta la mar de interesante si se ejecuta con maestría. La carne del langostino con la tensión perfecta, la pasta crujiente y acompañando una mostaza ligera que redondeaba el conjunto.

Ensalada templada de pulpo y langostinos. A base de brotes, garbanzo, pulpo y colas de langostino resultaba interesante aunque resultó quizás el plato más flojo de la noche.

• Terminamos la parte salada con una estupenda croca de ternera con patata frita. La carne se deshacía en la boca y el punto de plancha el adecuado.

• Antes del postre decidimos tomar una tabla de quesos. No recuerdo los tipos de queso pero sí que el plato quedó limpio.

• Por último, compartimos tarta de queso de la que me gusta a mí, de horno y con cierta dureza. Muy buena también y un buen final para una cena de lo más agradable.

En cuanto a los vinos, nos fueron sacando a ciegas lo que ellos quisieron (nuestros acompañantes tienen mucha confianza con Jose, el dueño) y esto fue lo elegido:

Peter Jakob Kühn Amphore Trocken Riesling 2009
Martín Codax Vindel 2012
Refugallo 2009
Domaine Bertagna Les Plantes Premier Cru 2005
Champagne Pascal Doquet Grand Cru Blanc de Blancs

Todos los vinos a una gran altura destacando el riesling elaborado en ánfora que no había probado nunca y que me sorprendió gratamente. Interesante el Vindel de Martín Codax, que a pesar de ser un vino de cooperativa no está nada mal hecho. Gran evolución la de Refugallo 2009 que, a pesar de ser un básico, estaba perfecto. Por último, bien Les Plantes de Domaine Bertagna y el champagne de Pascal Doquet aunque no emocionaron.
Copas de calidad y cambio de las mismas con cada vino.

En definitiva, una gran velada en una gran compañía y en un sitio en el que hacen que el cliente se sienta como en casa además de cocinar muy bien.

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