Uno de esos múltiples locales a orilla de arena y que la gente pasa por la puerta sin saber cual elegir porque te parecen todos iguales, pero a la vez sabes que hay buenos y regulares. La gente, mayoritariamente turista, entra por el precio (más barato) mirando solo en la carta el precio de la paella y si el local está lleno, pues será con que es de los buenos. Muchos hemos usado este argumento cuando te pones el traje de turista.
Este local viene nada más ni nada menos que de arrocería Levante de Benisanó; Rafa (hijo) levantó Levante en Valencia y ahora ha recuperado un antiguo local del paseo Neptuno convirtiéndolo en un local de éxito aunque lleva alguna camisa de fuerza que le aprieta mucho y que a saber como acabará.
La carta de vinos, algo que es buque insignia en Levante Valencia, aquí se limita a mucha sangría, blanquitos fresquitos y poco más.
La carta de comidas es la que se espera de su ubicación: entrantes clásicos de la playa y un arroz de principal.
Es lo que piden los que se sientan a comer y lo demás sería un suicidio, pero al mismo tiempo, es una camisa que aprieta e inmoviliza, pero que mucho.
Vayamos a la comida. Seis a comer en uno de esos días de primavera que son casi pleno agosto y que el cuerpo pide playa. Menos mal que hubo previsión y mesa reservada para tarde porque estaba lleno.
Entrantes:
. chipirones con ajitos: muy buenos, los ajitos algo crudos.
. cigalitas con jamón: en realidad no eran cigalitas sino cigalas, tanto que aunque bien salteadas (el jamón lo estaba), el interior se quedó casi crudo y hubo que darle una segunda pasada por el fuego. Bien presentadas ya que el cuerpo del animalito daba para dejarlo plantado en el plato.
. pescadito frito: boquerones bien rebozados, nada de aceite residual.
Principal: Arroz del Senyoret. A destacar que los langostinos y cigalas estaban presentados con la cabeza separada, el cuerpo pelado pero montado como si no fuera senyoret, ganando mucho en presencia visual al servir la paella a la mesa; por lo demás buen punto de arroz, un pelín pasado de sal aunque más parecía un caldo de fondo más concentrado ya que de sabor andaba bien intenso; buen punto de
arroz; ración amplia.
Pedimos un pan tostado con hasta 3 raciones de all-i-oli
En la bebida, aparte de agua sin gas, una sangría en jarra (donde fueres haz lo que vieres), pero me negué y ante la ausencia de medias botellas (salvo Barbadillo) acepté la sugerencia de Rafa de compartir el vino de la cena de Rafa: botella de 3/4, media para mi comida y media para su cena; lo malo es que algunos comensales se dieron cuenta que no eran tan turistas y sobró más sangría que vino; lo siento por Rafa que se quedó sin vino para su cena y además me regaló la botella.
El vino, a criterio de Rafa que buscó algo diferente: un verdejo de Yecla, Barahonda 2013. Curioso y menos tropical de lo habitual.
No tomamos cafés (queríamos un rato de sobremesa en terraza en el mar en "la más bonita") ni postres (el arroz y el pan con all-i-oli nos dejaron k.o.).
Un sitio para elegir en el paseo Neptuno, al menos de momento. Si hay que elegir por el arroz, mejor en Levante; pero ya se sabe que la playa tiene una atracción fatal.