Acogedor

La obligación de tener que ir a un encuentro no muy lejos de este establecimiento , el no disponer de mucho tiempo para comer y la recomendación de unos de los compañeros de mesa (conocedor de este restaurante) hizo que que cuatro amigos compartiéramos mesa en Totó e Peppino, por otra parte, un lugar bastante recoleto.

Es un sitio con el espacio muy aprovechado a dos niveles de altura y con un gran horno al fondo, que es el hogar desde donde salen un buen número de pizzas y que le confiere ese plus de autenticidad a estas elaboraciones. Como observación, diremos que la decoración está bien conseguida. Si acaso reseñar la escasa iluminación existente sin llegar a ser del todo incómoda y el espacio algo justo. Circunstancias,ambas, que no impidieron levantarnos de allí con una agradable sensación.

Finalmente optamos por compartir todo lo que se pidió y que consistió en lo siguiente:

Salumi e formaggi: una generosa ración compuesta por bresaola, jamón, mortadela, salami, y algunos tipos de quesos (pecorino, parmeggiano, grana) con una cesta de pan. Sin ser sobresaliente ninguno de los ingredientes, si cumplió de sobra con su cometido.

Para continuar, pedimos dos Pizzas Diavola: Tomate, mozarella, salami y guindilla y una Pizza D.O.C de trufa y porcini: Boletus y alguna lasca de trufa.

Añadir que nos fue suministrado un aceite macerado en guindillas, para poder añadir a las Diavolas que le daban un gusto y picor sensacionales. Apreciación en la que coincidemos los cuatro.

Las pizzas , estaban bastante conseguidas. Con una masa muy fina y de tamaño más que suficiente, dentro del más puro estilo napolitano.

Todo ello lo acompañamos con dos botellas de un correcto vino blanco de la Toscana, servido a una temperatura adecuada y copas aceptables.

Servicio eficaz sin destacar por nada en especial(lo cual no deja de ser una virtud).

Carta de vinos muy corta, con 10, 12 referencias de vinos italianos y 4 de vinos españoles a un precio comedido.

Al estar situado en una zona de paso muy estratégica, no se descarta una nueva visita para probar alguna de sus otras propuestas de la carta.