Sorpresa en La Barrosa

Restaurante situado en la playa de La Barrosa. Lo conocimos hace algunos meses y fue toda una sorpresa, con una oferta que se sale de lo habitual (ni pescadito frito ni tapas!), cocina internacional (el cocinero es alemán) de gran calidad y que no reniega de los productos de la zona, al contrario, los usa con frecuencia, con buena mano y creatividad. Hemos estado varias veces así que haré una valoración general y la próxima vez que vayamos ya haré una valoración más concreta.

Platos como un excepcional solomillo de retinto (raza vacuna de la provincia de Cádiz, de gran sabor) con reducción de vino tinto; los cestitos (hojaldres con rellenos diferentes), especialmente el de montaña; unos sorprendentes boquerones en vinagre con una salsa como de nata, al principio nos parecía raro pero al probarla nos encantó; salmón ahumado por ellos mismos. Suelen tener diferentes platos de codornices y también de atún, esperamos a la temporada del atún de almadraba que seguro harán estupendas cosas con semejante materia prima.

Servicio muy atento y amable. Postres buenos, en especial el dolmen de chocolate. Precios algo altos, aunque la calidad hay que pagarla.

A mejorar: carta de vinos corta, mantelines y servilletas de papel en un local en cambio decorado con buen gusto. Pero son cosas que en absoluto empañan la calidad de una gran cocina.

Esperamos que triunfe y siga dándonos alegrías culinarias, en una zona donde es difícil salirse de lo típico, no suele estar muy lleno por desgracia, pero por eso mismo es de agradecer que lo hagan, y más con esta calidad.