El afán de visitar y conocer cuantas más cosas mejor nos lleva a veces a convertir nuestros viajes vacacionales en verdaderas maratones turísticas en las que realmente quedan pocas horas pare el descanso y el reposo. En mi reciente visita a Perú y, más en concreto, al Cusco, ese tiempo de relajación total se veía prácticamente reducido a la hora de la cena. No había ni ganas de alejarse mucho del hotel en búsqueda de mejores restaurantes, así que la proximidad al mismo fue uno de los factores principales que nos llevó esa noche a este local. No sólo ello. También la buena pinta que ofrecía el salón comedor que se vislumbra desde la calle y los precios comedidos de la carta.

Comedor acogedor con mesas correctamente vestidas, iluminación cálida y bonitos detalles como las flores o las velas sobre ellas. Servicio muy correcto con la peculiaridad del atuendo tradicional inca en algunas de las mujeres que atienden. Pisco Sour y canchita invitación de la casa mientras ojeamos la carta y cerveza Cusqueña y agua que nos acompañó durante toda la cena.

La carta es muy amplia y, como en la mayor parte de restaurantes de la ciudad, reúne platos de la cocina autóctona y otros muchos de inspiración europea poniendo especial énfasis en la cocina francesa (carnes y preparaciones con salsas clásicas) e italiana (pastas y pizzas).

Primero pedimos Causa de pollo como piqueo para compartir entre los tres comensales. Plato delicioso semejante a un pastel de patata a base de una especie de puré (qué ricas las papas en Perú) y su relleno con el pollo desmenuzado y una rica salsa. Había hambre entre el grupo y dimos buena cuenta del plato en un santiamén.

De segundo yo tomé Anticucho de corazón. Pincho de grandes proporciones con los trozos del corazón de vaca sellados en la brasa. Sabor peculiar, semejante al hígado, y buena guarnición a base de papas y quínoa. Plato con personalidad que me gustó mucho.

Otros comensales pidieron lomo de alpaca y trucha. Ambos opinaron favorablemente de su elección. Buena atención del personal en todo momento y ambiente agradable en toda la velada. Aconsejable.