... Pues no lo sé, pero no andará lejos. En internet las críticas hablaban muy bien del restaurante, así que aprovechando un día libre me acerqué en solitario y con ánimo crítico. El local está muy bien situado en Marina/Meridiana, al lado del metro, tranvía y autobuses. Tiene una terraza bien soleada, aunque yo comí en el interior. Sitio correcto con coloridos murales en la pared, algo apretado pero sin exagerar. Bastante personal, quizá 10 entre cocina y sala.

Y es que se llena a tope. Llegué a las 13:05 y 10 minutos después igual hubiera tenido que esperar. Pido (suplemento 1 eur) copa de vino Serè Montsant (unos 7 eur la botella en tienda). Copa aceptable en cantidad y tamaño más que pasable. Servido, eso sí, unos grados por encima de lo que debería.

De primero, pido ensalada "vietnamita" con anacardos, salsa de sésamo (lechuga y tomatitos también) y tres colas de langostinos rebozados. Muy buenos estos últimos, así como la salsa de sésamo.

De segundo, "mitjanes" de pavo adobadas a la plancha (buena cocción) con patatas fritas auténticas, berenjena escalivada y all-i-oli suave. Ración generosa y muy sabrosa.

De postre (única opción) "sopa" de fresa con helado de vainilla. Correcto todo, algo escaso en cantidad.

El menú del día son 10.50 euros (sábados a 14). Casi siempre hay de primero ensalada verde y de segundo bistec del Mercat de la Boquería. Otras opciones eran arroz a la cubana, escalivada (primeros) y carpaccio de bacalao y secreto de cerdo de segundos

Una buena opción (sobretodo para el sábado) de precio muy barato teniendo en cuenta que ofrece platos por encima en calidad y en originalidad de restaurantes de ese precio.

Un último apunte: desde que abrí la puerta hasta que salí sólo pasaron 27 minutos. Rapidez de día laborable y servicio muy eficiente.