Sin duda, uno de los mejores restaurantes por relación calidad-precio en los que hemos estado. Disfrutamos de un largo menú cerrado por 38€/pax que fue todo un festival de producto, sabor y buen hacer. Se nos permitió además llevar nuestra propia botella sin poner pega alguna (Freixenet Casa Sala Brut GR 2006). Por tanto, no valoro el apartado vino. Comedor en tonos blancos muy acogedor y decorado con gusto, servicio simpático. Mantelería correcta, cubertería y copas aceptables aunque con margen de mejora. Bollitos de pan crujientes y con reposición.
En lo que respecta al condumio tomamos:
- Aperitivo: Crema de espinacas con rollito de verduras. Probablemente la mejor crema de espinacas que hemos comido, con un delicioso toque a pescado y aliñada con buen aceite de oliva. Muy bien secundada con unos rollos de pasta brik con verduritas en su punto. Gran comienzo.
- Ensalada de sardinas, cebolleta y pimientos asados: Presentados en una cama con tomate y patata (para mi gusto sobraba aunque estuviese buena), acertada combinación con las sardinas marinadas totalmente desespinadas y un par de excelentes salsas de gazpacho y pepino. Hasta a mi que no me gusta la sardina me encantó el plato.
- Borraja y alcachofas con jamón: Verdura sabrosa y en su punto. Lástima que las alcachofas no sean santo de mi devoción, la borraja muy buena eso sí. Vista la longitud del menú se podría incluso haber suprimido el plato.
- Arroz meloso con panceta y foie: Platazo que por si sólo justifica una visita, lleno de sabor y sin escatimar el foie. Generosísima ración, como el resto de platos. El único (y pequeño pero): el arroz quedaba a medio camino entre un risotto y una paella.
- Bacalao confitado con su kokotxa: Un pil-pil reverencial unido a un hermoso taco de bacalao desalado (se laminaba perfectamente) que conquistó a mi mujer, poco fan del pez. La kokotxa de acompañante, en su punto.
- Cochinillo de Usarre con ensalada: El plato estrella del local (el caserío que da nombre al animal pertenece a la familia del propietario) vino sobre una cama de puré de patata excelsa, de lo mejor probado últimamente. El cochinillo jugosísimo y con la piel crujientita, pero le faltaba el punto de sazón que lo hubiera hecho perfecto. Ensalada de cebolla y lechuga correcta.
- Infusión de frutos rojos y helado de yogur: Perfecto para aligerar un menú tan pantagruélico. Cremoso helado de buen tamaño, acompañado por moras, fresas y frambuesas.
- Minipastel de avellana: El colmo de la gula. Un volcán relleno de un delicioso praliné al que en esta ocasión le sobraba el sirope de ¿kumquat?
Café y sonrisa de felicidad tras el festín. Si a esto unimos un día soleado, el precioso entorno y la cantidad de detalles de calidad para un menú de este precio, no podemos más que felicitar a todo el equipo por su sobresaliente trabajo.
Respecto al cava de Freixenet, se portó como un titán con todo el menú y estuvo a la altura de su calidad: Burbuja muy fina, elegantes toques amargosos, mucha sapidez y profundidad. Entre los mejores cavas probados.
Bacalao confitado con su kokotxa
Arroz meloso con panceta y foie
Aperitivo: Crema de espinacas y rollito de verduras
La borraja = verdura aragonesa por excelencia. Fea y desagradable de limpiar. Pero limpia de los muuuuuuuhcos excesos del fin de semana y arrastra todo para abajo hasta dejarte en perfecto estado de revista. El plato de casi todos los lunes en casa. Una bendición.
Abrazo
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