La mesa de Junior

Primera visita a la mesa de Junior Franco, situada en el mismo local donde estaba Origen Clandestino, ahora denominado Paraíso Travel, taberna latina, según reza el cartel. El local se distribuye en una mesa alta única central con capacidad para 12 comensales y 2 pequeñas barras accesorias una con vistas a la calle y otra a la cocina de 2-3 personas. La cocina se encuentra dividida en una parte de cocina fría situada en un extremo del local y otra "caliente" en lo que era la antigua cocina y la mencionada mesa, al medio. Gran énfasis en la cocketelería situada en un extremo de la cocina fría. Proponen una carta y un menú degustación (49€ con 5 platos y 2 cócketeles) al que el personal de sala te dirige. Elegimos el menú degustación por ser la primera vez, pero la próxima visita iremos a la carta. 

  • Correcta la ostra valenciana con granizado de mango y alga codium. 
  • Muy golosa la empanada de rabo toro. Un buen guiso de rabo de toro cuasi fluido en el interior de una empanadilla hecha con maíz fresco y fermentado en la propia casa según dijeron. Sinceramente muy rica, para comerse un carro aunque tiene buen tamaño. 
  • Añadimos unas croquetas de pollo al curry rojo (2,5€ ud). Muy buenas. Contenido prácticamente líquido y sabroso.
  • Excelente el ceviche cartagenero de gamba. Servido sobre patacón de plátano a modo de tosta y para comer con la mano. Según refiere el personal de sala el ceviche en Cartagena de Indias se sirve con ketchup (!), aquí lo sustituyen por un agua de tomate que elaboran ellos, por cierto, deliciosa y mucho menos invasiva imagino. Muy bueno, solo por este plato ya merece la pena la visita. Junto con el anterior lo mejor de la noche. 
  • Desacertado, EMHO, el rape con tamarindo y papada a la brasa. Se presentan dos porciones del pescado en una parte del plato y la papada loncheada (gruesa) en el otro, para ir alternando o a la vez. Bueno el pescado y bien de punto, pero la papada así presentada da una sensación poco agradable. Quizás un pequeño velo encima del pescado sería suficiente. 
  • Buena la rubia gallega loncheada, bien de punto. Excelente la guarnición, unos tallarines hechos con apio que le aportan una textura interesante y una salsa con foie. Buen plato.
  • Acertada la tarta de arequipe y plátano. Una versión de la tarta banoffe aunque muy moderado su nivel de dulce. Bien.

En el apartado de beber, los dos cócketeles que se propusieron fueron una interesente versión del mojito con fino de Jerez y un ligero pisco-sour. Ambos servidos en vasos largos y grandes, y que ya vienen reducidos con soda para no caer desplomado allí mismo. Entiendo la propuesta de la cocketelería para marcar un diferencial y ofrecer un atractivo más al local.  De entrada, se agradece la moderación en el contenido de azúcar de los cócketeles, y la introducción de ingredientes como el vino de Jerez, pero en mi caso por ejemplo, se me hace cuesta arriba mantener una cena a base de cócketeles. El servicio perfecto durante toda la cena. 

La sensación final de la visita es buena, volveré para volver a tomar los platos que gustaron y probar otras cosas interesantes que había por la carta (p. ej. una versión del chilli crab). En resumen, una cocina interesante y que se disfruta, en una propuesta de local (muy) arriesgada para Valencia y que se sale de lo clásico (mesa única, cócketeles, etc.).

Recomendado por 1 usuario
  1. #1

    Abreunvinito

    Nueva apuesta arriesgada por el descenso en numero de potenciales clientes peor siempre una cocina que no deja indiferente.
    Se necesitan locales así.
    Saludos

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