Debutando marzo, día fresco y soleado, de esos que hacen a uno sentirse feliz de vivir por estos lares. Qué gozada de temperatura!
La Pobla de Farnals. Playa. Puerto deportivo.
Paseíto por la zona y ahí, entre dos playas, donde está ese recogidito puerto deportivo, hay dos o tres garitos. Uno de ellos es éste que nos ocupa.
Edificio de dos plantas dedicado por entero al restaurante, pudiendo comer en la terraza de la calle, en planta baja, en planta alta o en terraza de planta alta.
Nos acomodaron arriba, en la terraza de la planta alta, de discretas calidades constructivas pero cubierta y con guapas vistas al puerto deportivo, se está bien ahí arriba comiendo sobre los barquitos.
Mobiliario playero, de batalla (en el interior era mucho más sólido).
Carta típica de estos establecimientos, con entradas a base de raciones y arroces de segundo. También contenía apartado de pescados y carnes a la brasa.
Tomamos de entrantes:
• Chopitos plancha
• Pescaditos fritos
• Mejillones
De segundos, éramos 8 y pedimos, para cada 4:
• Fideuá de marisco
• Paella valenciana
Y postre:
• Flan de Baileys
Mejorables los chopitos, sabrosos los mejillones y muy logrados, tanto en frescura como en rebozado, los pescaditos fritos que en este caso eran un mix de salmonetillos, boquerones y palayas.
En el apartado “principales”, la fideuá estaba francamente agradable al tacto, con una melosidad y untuosidad deliciosas, y de sabor, buena. Un 9 a la textura y un 7 al sabor… pues oye, un 8 de media: superando holgadamente expectativas. Distinta suerte llevó la paella, anodina, sosota. Yo me dejé mi parte discretamente en un ladito y repetí con ganas fideuá…
El postre, no sabía a Bayleys ni por asomo, pero se dejaba comer.
Carta de vinos normalilla, con alguna cosita interesante en blancos y únicamente dos referencias en espumosos, ambas valencianas. Optamos por una de ellas, Dominio de la Vega Brut Nature. Copas pésimas.
Servicio sobrio.
A la salida (se alargó la comida) hacía un fresquiíbiri quepaqué. Se va retirando el sol, la brisa se deja sentir… Brssssssssss. Asi es el Mediterraaaaaaaaaaaaneo
A mi me costó un poco aprender a disfrutarlos, la verdad.
Pero ahora... cuando son buenos... mmmmmm
Pinta muy bien este restaurante de playa por lo que expones.
¿pero de precio medio, que tal ?.
En que rango deprecios se mueve.
Me invitaron, pero por lo que vi en la carta, pues normal, lo normal en este tipo de establecimientos.
Oye, muy bien no lo he querido pintar, ni tampoco bien, no me he debido expresar bien... Lo calificaría entre normal y bien.
Efectivamente compaginar calidad del pescado, frescura, una buena técnica y servidos al momento.
Es que estos valencianos al frío le llamamos "frescoreta". ¿Y al calorcillo? Mejor lo dejamos...
No lo digas que nos dura otros cuatro :-(
Aurelio, tienes que tener en cuenta que cuando haces descripciones tan detalladas de la sensación que produce el sol sobre tu cuerpo, hay gente del norte que te está leyendo y lo pasa verdaderamente mal :-p
Bromas aparte, cuando aquí hace buen tiempo como ha sido el caso esta semana, garitos de este tipo se convierten en blanco de masas y pese a que su gastronomía no suele ser destacable, se está como Dios al solete ;-)
Un abrazote.
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