Restaurante El Coto en Torrejón de Ardoz
Restaurante El Coto
País:
España
Provincia:
Cód. Postal:
Tipo de cocina:

Añadir vino por copa

Precio desde:
41,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Nota de cata PRECIO MEDIO:
43 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
6.8
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
7.8
Comida COMIDA
7.8
Precio medio entorno ENTORNO
5.0
RCP CALIDAD-PRECIO
6.0
Solomillo de venado
Mollejas con boletus en salsa de mostaza de Dijon
Foie gras caliente con frutas rojas a la borgoñona
Opiniones de El Coto
OPINIONES
2

Siendo torrejonero como soy, no había visitado nunca este local con ya unos cuantos años de antigüedad. Quizás por sus exteriores un tanto tristones, no lo sé. De hecho, antes de leer el comentario anterior no sabía de su cocina francesa. Ya en el interior te encuentras con un amplio salón con mesas bien vestidas y con más que suficiente separación entre ellas, todo ello rodeado por una impresionante colección de botellas de whisky.

Cena para cinco comensales. Comenzamos compartiendo unos ricos boletus y un extraordinario foie gras caliente con frutas rojas a la borgoñona. Como platos principales, confit de pato (2), solomillo de ternera (uno a la plancha y otro con foie y boletus) y un tiernísimo solomillo de venado "grand veneur" a la plancha, salsa de vino tinto, puré de celeri, arándanos y manzana confitada. Sabor contundente el del venado y su salsa, deliciosa la manzana confitada. De postre, sorbete de limón (3), mousse de chocolate y una buena crep rellena de helado de turrón y cubierta de chocolate caliente. De la extensa y variada carta de vinos tomamos con los entrantes un buen Venturio 2014 (19 € + I.V.A.) del club de barricas de Ramón Bilbao y un estupendo Viña Tondonia 2002 (29 € + I.V.A.) con los principales, decantado previamente. Tejas y chocolatinas con los chupitos de cortesía. Para rematar la faena me atreví con un majestuoso Lagavulin 12 años (14 € + I.V.A.) cuyos 54.4 gradazos alcohólicos resucitaban todo lo inerte.

Buen menaje y buen servicio, quizás algo obsesionado con mantener llenas las copas de vino, lo cual produjo que algunas terminaran la velada con más contenido del deseable. Si no se está muy pendiente, es normal que suceda así.

La reserva fue hecha a través de una conocida web con un descuento del 40 % en carta (bebidas excluidas). Este descuento, aunque fue bien aplicado, es totalmente engañoso pues los precios están lo suficientemente inflados como para que al hacer el descuento resulten cifras aceptables. Si pasas por la puerta, ves la carta y no tienes reserva, no entras pues si lo haces, el palo puede ser considerable.

Un exterior algo desangelado no hace presagiar lo que te encuentras al cruzar la puerta, un local realmente acogedor y decorado de forma clásica y con gusto, donde sorprende la impresionante colección de whiskies que posee su dueño, una de las mejores que conocemos. Mesas bien vestidas y con una correcta separación, se está a gusto, es muy agradable. Varias cavas de vino presiden el salón.

Cocina de inspiración clásica francesa con una carta bastante completa que se basa en ensaladas, foies, casquería y caza, con pocas opciones en cuanto a pescados, si bien es cierto que nos comentaron que preparan platos especiales por encargo. Pedimos 3 entrantes para compartir y luego un segundo plato para cada uno.

Ensalada de pimientos con lomo de bonito (12€): sin mayor historia, pimiento casero muy rico y conserva de calidad. Combinación siempre acertada aunque tampoco especialmente “francesa”.

Foie gras caliente con frutas rojas a la borgoñona (25€): unas tostas de un delicioso foie fresco a la plancha con una salsa ligeramente caramelizada y gajos de manzana. Plato contundente y gulesco, con mucho sabor.

Mollejas con boletus en salsa de mostaza de Dijon (24€): unas mollejitas de cordero en una potente salsa de mostaza con sus trozos de boletus, de nuevo un plato poderoso y completo, de esos para mojar pan.

Solomillo de venado "grand veneur" a la plancha, salsa de vino tinto, puré de celeri, arándanos y manzana confitada (26€): como plato principal nos tomamos este delicioso solomillo, carne en su punto y con una salsa de frutos rojos y guarnición de frutas. Quizá todo muy contundente para cenar, pero realmente bueno.

Steak tartar (24€): de los otros segundos probamos igualmente el tartar y lo cierto es que estaba fantástico por calidad de la carne y punto, aunque tirando a ligeramente picante.

Creps rellenas de helado de turrón y napado de chocolate caliente (9€): de postre la crepe de la casa, con turrón, chocolate y por supuesto flambeada con su Grand Marnier. Muy rica. También pidieron una tarta al whisky que no probamos.

En general una cocina clásica y académica pero muy marcada en sabores, con buen producto y puntos y salsas que acentúan los platos, lo cierto es que todo lo que nos sirvieron estaba francamente bien y en especial la caza, tratada con categoría. Eso sí, es un tipo de cocina que recomendamos más para comer que para cenar…

La carta de vinos nos pareció sumamente interesante y completa, hay un buen apartado de vinos nacionales con las principales zonas representadas pero lo que más nos sorprendió es la completa lista de vinos franceses de categoría, con botellas de Champagne, Burdeos, Borgoña, Ródano, Jura…algunas de ellas de gran prestigio y a precios bastante ajustados teniendo en cuenta a cómo cotizan algunos. Cristalería y menaje a la altura esperada, con una excelente cubertería de Laguiole y un servicio de vino y mesas manejado por Antoine siempre esmerado, es una persona con muy buenos conocimientos del vino y la gastronomía del país vecino. Como complemento al vino presentan una carta de whiskies sin igual en Madrid, sencillamente soberbia, para volver con tranquilidad y darle un buen tiento a más de una de las joyas que atesora…

Esta cena la montamos para hacer una cata de vinos viejos en la que disfrutamos de las siguientes botellas que aportamos nosotros:

Monte Real GR 1987: vino poderoso, muy joven, mejorando en copa, profundidad, toques térreos, marcada acidez. De los mejores Riojas en los complicados años 80. [9,3/10]

Viña Lanciano GR 1970: vino fino y elegante, sutil, complejo y redondo, se bebe de maravilla, en la más pura línea clásica. Para beber ahora. [9,1/10]

Glorioso GR 1964: lamentablemente esta es la que salió mala, un leve TCA se cargó el asunto. Una pena porque es un vino que teníamos ganas de disfrutar.

Martínez Lacuesta Reserva Especial 1958: impresionante su presencia, limpio, mineral, estructurado, acidez, viveza. El vino de celebraciones del Rey Juan Carlos, lo cual no nos extraña. Tremendo en este momento. [9,5/10]

Vega Sicilia Único 1959: cuando un gran Vega se cruza en tu camino se acabaron todos los debates. No hay nada Igual, quizá solo Castillo Ygay puede jugar en estos niveles. Lo tiene todo pero apabulla por su insultante juventud. Boca de auténtico alucine, potencia y elegancia formando equilibrios imposibles para el resto. Inolvidable. [10/10].

Así pues, un restaurante muy interesante en Torrejón que ofrece una cocina clásica francesa con sabores contundentes y muy bien ejecutada, complementada por una carta de vinos de gran nivel y una extraordinaria de whiskies. Como puntos en contra quizá el elevado precio de los platos, sobre todo los segundos, que si bien se reducía un 40% reservando a través de una web nos hace preguntarnos hasta qué punto merece la pena dicha política. ¿No sería más justo poner los precios con ese 40% y olvidarse del descuento? Al final habrá dos clases de clientes, los que reservan por la web de turno y los que reciben la clavada y eso es algo que no vemos del todo justo. Al final pagamos 41€ por persona, algo que no nos pareció demasiado caro, pero sin descuento hubieran sido 70€, excesivo a todas luces. ¿Sobre qué cantidad valoramos el concepto RCP? Si es sobre la primera, correcta. Si es sobre la segunda, mala.

El otro punto en contra es que nos cobraron un descorche excesivo por botella, 9€ por cada una. Aunque en los restaurantes donde hacemos catas nunca nos cobran por tal concepto, cierto es que tampoco estamos en contra de que se facture, además en este caso Antoine nos proporcionó copas, decantadores, coladores, sacacorchos…todo el material necesario. Pero aun así, 9€ por botella nos parece excesivo, 5-6 sería lo lógico, en cualquier caso volveremos un día con más calma a comer para degustar alguna otra especialidad (caracoles, perca) y para probar algún whisky. Un restaurante que sorprende para bien.

  • Solomillo de venado

    Solomillo de venado

  • Mollejas con boletus en salsa de mostaza de Dijon

    Mollejas con boletus en salsa de mostaza de Dijon

  • Foie gras caliente con frutas rojas a la borgoñona

    Foie gras caliente con frutas rojas a la borgoñona

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