Cena de compis de currelo en la que optamos por probar este nuevo restaurante; situado en el centro de Bilbao, muy cerquita de la zona del buen vino y tapas selectas. Lo regentan Igor Agirre en la cocina y Jagoba Beitia, dueño a su vez de "La Ramona", punto de encuentro de los que nos gusta el buen vino.
Tomamos el menú degustación Hiriko( 28+iva); no dispone de carta, tiene un menú mas largo a 40+iva.
Comenzamos con un muy rico gazpacho de remolacha y unas fundentes ( y muy calientes) croquetas de rabo.
Un pan de morirte para acompañar: lo traen de las encartaciones ,acompañado de un aceite arbequina navarro.
-Atún cortado a cuchillo en ensalada: dos rectángulos de atún marinado, acompañado de un delicioso tomate confitado y rabanito para contrastar; perfecto para comenzar.
-Hongos con huevos encebollados: presentados en copa, los honguitos debajo y el huevo en espuma caliente coronando. Rico.
-Merluza con veloute de mar: Merluza de calidad, blanquísima, perfecto punto de cocción; veloute gustosa y dos tomatitos, ligeramente deshidratados, que multiplicaban su sabor al morderlos, aportando acidez al plato.
-Carrillera de ternera glaseada en su jugo: impecable ejecución, bordada. Corte perfecto, demi glace de su jugo y una parmentier. Para comerlo sin necesidad de cuchillo y tenedor.
-plato de quesos (invitación, fuera de menú):Reblochon, payoyo y foga del pitu de pimentón, acompañados de zanahoria glaseada. Muy buenos, adquiridos en Petite Fromagerie de Alberto. Explicación por parte del jefe de sala de sus características.
-helado de vainilla con crema de chocolate: perfección en el helado bien acompañado de la crema-mousse y polvo helado de cacao.
Tomamos Inedit de Damm(10,90),Spanish White guerrilla riesling(13) y Sierra Cantabria cuvee(22,50), que maridaron perfectamente.
Un sitio para repetir, que ha empezado muy callandito, pero que dará que hablar. Pronto añadirá un bistrot de tapas, que seguro que triunfa. Recomendable para la gente que nos gusta que nos pongan y nos sorprendan.