Si, de agradar, de que te sientas bien, de que dejes la tormenta en la puerta.
Nosotros estábamos haciendo el camino de Santiago y lo primero que ves al llegar a Nájera es una fachada bonita, lees sus propuestas, te gusta lo que ves.
Nosotros seguimos y la fortuna quiso que nos recomendaran este sitio para cenar, el dueño del hostal nos dijo que llamaramos y pidiéramos lo que nos apetecía,que "Carlos si puede os lo hará",así lo hicimos, queríamos carne, chuletón y eso pedimos, no tenía, pero fué a la carnicería a por dos piezas para nosotros. Que más os apetece?, pediremos al llegar, perfecto.
Como el salón de una casa, mesas varias, estanterias con libros y juegos, una cocina, una barra, y carteles con la oferta de pinchos y raciones.
Pedimos una oreja a la plancha muy rica, crujiente por fuera y melosa por dentro.
Alcachofas rehogadas, sin hebras y mucho sabor.
Chorizo picón y salchichon, este último templado, muy buenos, unos quesos sabrosos.
Y unos torreznos bien resueltos, crujientes por fuera y jugosos, nada aceitosos.
Y los chuletones, tiernos y jugosos, buen sabor, al llegar estaban templándose en la cocina.
Cervezas y un vino joven que no recuerdo nombre, pero muy decente.
Flojo el postre y por favor eliminad la reducción de vinagre de módena.
Cafés y orujos
Cristina y Carlos son los que regentan esta casa de comidas, de vinos, de copas,de lo que tengan para ofrecer, pero eso sí, con muchas ganas de que te lo pases bien, como fué nuestro caso.