Restaurante con decoración tribal en su interior, todo en madera envejecida, intenta crear un ambiente colonial.
Cuenta con tres espacios diferenciados. El primero esta decorado con máscaras , escudos y lanzas tribales, el segundo tiene una especie de árbol artificial y el techo intenta imitar una noche estrellada; el tercer espacio es la terraza (para mi gusto poco recomendable, pues no se aprecia la decoración del lugar).

Pasamos a lo importante, la comida.
De entrantes tiene para elegir bastantes tapas típicas brasileñas, pero como solo eramos dos personas no pudimos elegir demasiadas para probar.
Pedimos coxinhas, kibe y pan de queso. Las coxinhas son unas croquetas de bechamel y un sofrito de pollo con pimentón, y las kibe son unas croquetas de carne de ternera que te las sirven con pico de gallo.
El pan de queso lo hacen en unas bolitas pequeñitas que por dentro quedan casi derretidas.

De platos principales hay pizzas, hamburguesas y carnes.
Yo pedí una pizza cuatro estaciones, con alcachofa, salchichón, jamón york, cebolla, pimientos y alcaparras, que estaba realmente buena.
También probé la hamburguesa, que estaba muy rica, aunque para mi algo cruda la carne.

Aunque no pedimos postre si que tomamos una caipirinha.