Hemos celebrado comida familiar en éste Restaurante (10 comensles), ubicado en una zona privilegiada (montaña de Montjuïc) con extraordinarias vistas a la ciudad de Barcelona, al puerto y por supuesto al mar.
Restaurante de nivel medio-alto, con mucha tranquilidad y espacio (al menos hoy).
El servicio bueno y con atenciones.
Hemos comido un menú cerrado de antemano, que incluía dos primeros dos segundos a escoger.
Los primeros eran Tartar de Bogavante con Mango, Melón y Aguacate con vinagreta de Lima y guindilla, o Crema de ceps (setas) al aroma de trufa blanca. La crema estaba simplemente deliciosa. El tartar según me han dicho excelente.
Los segundos eran Pierna de pato al oporto y yuca frita o Colita de Rape al "all cremat" con bolero de patatas y almejas.
El rape, generosa ración, estaba excelente. Estaba par ami gusto poco caliente, pero bueno, ha durado poco en el plato .. El pato muy tierno y sabroso con la salsa con reducción de oporto.
El postre era único: Sopa fría de chocolate blanco con frutas rojas y bizcocho fondant. Estaba tan bueno que me ha resultado escaso :-)
Todos los platos con una cuidada presentación.
El vino blanco un Portell Blanc de Blancs (DO Conca de Barberà)y el tinto un Mitarte Crianza 2010 (Rioja). Bien en general, temperatura correcta y servicio adecuado.
Creo que ha salido más o menos sobre los 45 € por persona (no he pagado yo), pero ha merecido la pena.
Saludos