Le eché el ojo mientras nos dirigíamos hacia el casco medieval de la bonita villa de Pals. De bajada, tras la excursión, no nos lo pensamos. Las buenas vibraciones se manifestaban de nuevo.

Estética cuidada de un local en el que se ubicaba el antiguo casino de la población y que le da el nombre. Conserva elementos originales pero ha sido remozado con gusto y respeto creando un ambiente acogedor, íntimo, detallista y con guiños continuos al pasado.

Menú del día por 17.50 € (primero y segundo, agua o copa de vino y café) con atractivas opciones de entre las cuatro por plato que presentaban. Mi elección:

Raviolis de Pera y Queso al Eneldo. Buena elaboración de la pasta con acertado y sabroso relleno de una clásica combinación equilibrada sin estridencia alguna. Cuerdo.

Dorada a la Mediterránea. Sin misterios, con buen punto de calor, rellena de aceitunas negras laminadas en su vientre y una adecuada guarnición. Llano.

Mousse de Mango con Helado de Coco. Otra combinación resultona con escaso margen de error. Limpio.

Como era de esperar, metí el hocico en los platos de Hambrebuena: una compensada Ensalada con frutas (manzana y fresones) y salsa roquefort y un Saquito de Pavo con gorgonzola y nueces con punto de saturación alto. Su postre, un Pastel de Crema Catalana, con muy buen aspecto, transmitía un punto de pesadez para mí poco atractivo.

Servicio eficaz y simpático.

En definitiva, correcto menú del día, completo y honrado que muestra las ganas de hacerlo bien por parte de la empresa.

Satisfactoria la primera experiencia en este establecimiento de Pals. Muy correcta relación calidad/precio. Raciones abundantes (especialmente de arroz). Carta corta pero bien equilibrada basada en platos tradicionales. A tener en cuenta las recomendaciones del día con productos de temporada y de proximidad. En esta ocasión opté por un arroz de Pals a la cazuela de buena ejecución. Buena base y marca. Cocción correcta. Gustoso. Francamente bueno. De primero unos entrantes básicos de ensalada y croquetas de la casa. Ambos correctos. No llegué a los postres debido a la ración abundante de arroz. Carta de vinos corta con algunas referencias interesantes. Personal atento y amable de trato. Profesional. Servicio rápido. Local bien decorado de estilo novecentista. Cómodo. Quizás para mi gusto le falta un poco de luz. Instalaciones cuidadas. Terraza exterior bien dispuesta. Recomiendo. Repetiré.