Escapada de fin de semana a La Seu d'Urgell con la família: dos niños pequeños, mi marido y yo.
Pregunto en el foro de verema por referencias por la zona ya que a priori no detecto demasiadas opciones donde elegir. Tras revisar tripadvisor nos decantamos por este restaurante un poco a la expectativa.

El nombre es curioso y no tenía muy claro el tipo de cocina que ofrecían. Lo visitamos un viernes por la noche. Está escondido en una de las travesías por detrás del carrer Major. De entrada sorprende por su tamaño. Restaurante muy pequeño, de 6 mesas, con una entrada curiosa.

Decoración moderna pero acogedora. Mesas vestidas de modo informal. No disponen de manteles.

La carta sorprende por su oferta. Especializados en pa de vidre de diferente surtido tambien encontramos fondues, degustaciones de quesos (donde cada queso llega a mesa correctamente identificado. Este detalle me encanta porque ante una tabla de quesos no tienes que tratar de memorizar quién era quien), tambien encontramos carpaccios de verduras, foie micut, algún pescado, carpaccio y timbal de verduras y algunas ensaladas. Utilizan productos de la zona y en su oferta se detecta un gran uso de uno de los productos de excelencia de la zona, los quesos. Los postres tambien son de elaboración propia.

Nos decantamos por picar jamón ibérico, muy bueno y luego por unos panes de "vidre", uno de huevos de codorniz y jamón y otro de verduras a la brasa con queso "urgelia" gratinado. Ambas deliciosas. Tambien compartimos unas hamburguesas con los niños.

De postres probamos una crema de yogurt con frutos rojos caramelizados, riquísima y unas trufas de chocolate caseras tambien muy, muy buenas.

El servicio bueno y atento. Solo una persona pero dado el tamaño del restaurante se desenvolvía con soltura.

Por lo que respecta al vino, una carta más que interesante. Con bastantes referencias catalanas y otras tantas españolas. Nos decidimos por una garnatxa de l'Empordà, el Nereus 2011 de A.V Bodeguers que nos sirvieron en copas Riedel. Temperatura perfecta (disponen de armarios climatizados) y servicio correcto.

La verdad es que nos gustó mucho. Nos quedamos con ganas de repetir y probar otras opciones de la carta. Al ir con niños fuimos a lo fácil con el tema de las cocas pero nos encantaría repetir con otros platos pues las sensaciones fueron muy buenas.