Una oda a la cocina

Tras varias remodelaciones en sala y en la carta en el último año, en mi última visita carta corta pero muy bien diseñada con entrantes, dos arroces, dos carnes y dos pescados. Se acompaña de dos menús uno corto y uno largo de 48€ con 8 platillos y postre. Tomamos el largo. Fue un absoluto festival, una de mis mejores experiencias en un restaurante. No quiero ser excesivamente repetitivo ni pesado en la descripción de los platos, puedo decir que todos los platos son de 8 para arriba. Más o menos el menú fue este:

  • Ajoblanco con tartar de salmonete. Acompañado de uva, dos trocitos de higo y escamas fritas del salmonete.  Una barbaridad, absolutamente delicioso. Para comerlo todos los días. 
  • Sándwich de papada y anchoa con crema de queso Comté. Goloso aunque quizá el bocado que menos gustó
  • Cigala plancha con jugo de ibérico y ajitos tiernos. Buena la cigala abierta por la mitad con punto perfecto. Una locura el jugo.  
  • Alubias con calamar y tocino ibérico. Muy bueno. Textura perfecta de las alubias y del calamar.
  • Merluza con jugo de tellinas y tomate y pesto de albahaca. Punto del pescado perfecto. Exquisito y para rebañar pan.
  • Buñuelo de bacalao con guiso de garbanzos y crestas de gallo. Muy bueno el buñuelo pero el guiso para llorar: denso, sabroso, con un punto picante. Inmenso.  
  • Gamba roja “al ajillo”. Presentada al estilo gamba Katsuobushi del Celler de Can Roca con el cuerpo pelado y en 3 bocados y la cabeza aparte con un fondo de las cabezas. Quizás un poco invasiva la presencia del ajo para mi gusto, pero en cualquier caso excelente. 
  • Pargo con jugo de cigalas y ravioli de papada. Muy bueno.
  • Conejo al ajillo. Los lomitos del conejo previamente macerados según comentó Jesús y un fondo de carne tremendo.
  • Tartar de frutos rojos. Elegante y nada pesado. Muy rico.

 

De beber, cerveza mientras elegimos, una botella de Dominio de Tares godello fermentado en barrica a 22€ (2015) y un Quincha Corral 2012 traído de casa (previa llamada para confirmar servicio de descorche). Añadimos 1/2 tabla de quesos al final para acabar con el vino. El servicio muy agradable y sin fallos. 

La cocina de Jesús Ribes es espléndida: producto con punto de cocción perfecto, guisos densos y sabrosos sin artificios. Elaboraciones actuales con sabores conocidos pero en su máximo esplendor. Si alguno ha perdido la fe en que la comida y la cocina hacen al hombre feliz, aquí en 3 horas la recuperan.   

Recomendado por 2 usuarios
  1. #1

    Jansolo

    Suscribo totalmente tu experiencia. Hace un par de meses fui por primera vez y la impresion, no pudo ser mejor. A ver si me animo y cuelgo la cronica.
    Un saludo.

  2. #2

    Lagastrosfera

    en respuesta a Jansolo
    Ver mensaje de Jansolo

    Se disfruta mucho allí. Espero leerte pronto.

    Saludos!

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