Llevo varios años veraneando por la zona y me habían recomendado acudir a comer a este singular lugar, pero nunca había hecho reserva. Este año reservé y conseguí mesa, aunque parezca mentira sino reservas poco hay que hacer, bueno sí esperar y mucho.

En lo alto de la preciosa localidad de la Isleta del moro, perteneciente a Nijar en el mismo Cabo de Gata, pues en lo alto hay un precioso mirador con unas vistas extraordinarias y ahí arriba un bar/restaurante sin otro letrero más que uno que indica "Centro de Tercera edad", así me había dicho que se llamaba, el hogar del jubilado.

El local no tiene mucho que contar, vasos de vidrio gordo, vajilla de batalla, manteles de papel, vinagreras y aceiteras en la mesa, vamos tipo chiringuito de toda la vida. Nos sentamos en la terraza, hacía calor pero con los toldos se disminuyó.

Nos avisaron de lo generoso de las raciones y fuimos cautelosos.

Éramos 5 y pedimos:

- Ensalada de la casa, típica ensalada de toda la vida, con buen tomate.-
- 5 anchoas, pieza no de mucho calibre pero bien de sabor.
- Calamares a la romana, ración muy grande, punto del rebozado perfecto, rico calamar.
- Jubio (sepia) en salsa, el plato que mas gustó, salsa para estar sucando pan horas, ración generosísima.
- Fritua de pesacado, con varias representaciones de pescado, san pedro, lenguado, merluza...

Para beber Cerveza MUCHA + cafés.

No tomamos postre, no podíamos más.

Tiene carta de vinos con pocas referencias y bien de precio, pero este no es su fuerte.

Local sin pretensiones pero con un producto estupendo y copiosas raciones.

Servisio amable aunque algo lento debiso a la gran cantidad de gente en mesa, y esperando.

Muy recomendable buscarlo.