Una casona con caracter
Nueva visita a este restaurante en el que ya habíamos estado en el año 2008.
Casa Osmunda, esta situada en la Breña Alta, ubicada en un edificio histórico, una casona canaria que sirvió en otros tiempos de posada a los comerciantes que hacían transacciones entre la capital palmera y los Llanos de Aridane. A la entrada, tiene un bar de recibimiento y un pequeño comedor para una veintena de personas justo al lado de la cocina. En la planta baja se encuentra el comedor principal, con sus paredes de piedra, que es amplio y está bien decorado y un patio jardín. Hay también un bonito aljibe privado convertido en comedor, en donde pude comer en mi precedente visita.
Fuimos un miércoles al mediodía, sin reservar, y nos situaron en el comedor principal. Las mesas están bien separadas las unas de las otras, están bien presentadas, y tienen buenas copas. El servicio de sala y del vino son buenos.
La carta de vinos es actualmente muy reducida, una docena de referencias aproximadamente, cuando hace unos años poseía una bodega con 80 referencias. Se me explicó que esto era debido a la crisis.
La cocina es clásica, de producto, con algunos toques de creatividad.
Para empezar, nos sirvieron un snack, pero no lo recuerdo, lo siento...
Para compartir tomamos :
6 Bocaditos de queso con membrillo, rebozados con una fina "panure" y mermelada de tomate Francamente bueno
Pulpo frito troceado, al pimentón con papas arrugadas Bueno, estaba bien preparado, aunque por cuestión de gustos lo he comido mejor.
Como plato principal, tomamos cada uno, uno de los platos del dia.
Cordero lechal de Garafia, a la brasa, acompañado de una pequeña "ratatouille" de diferentes pimientos Delicioso, perfectamente cocinado. Porciones enormes.
El pan fue correcto. Acompañamos la comida con una botella de vino blanco DO La Palma Bodegas El Durazno de Barlovento, una de las pocas botellas de vino blanco que estaban a la temperatura correcta para servir.
Finalizamos con 2 cafés muy cortos.
La cuenta ascendió a 36,48 €/persona. Buena RCP. A pesar de la problemática de los vinos, es un restaurante recomendable que tiene una buena cocina de producto y al que le deseo que se abastezca nuevamente de buenos y variados caldos. Volveremos.