Cena para dos personas con reserva previa la semana anterior. Supongo que por ser lunes no hubo problema.
Llegamos antes de lo previsto y al ser las 21:00 aun no estaba lleno. Nos acomodaron en una mesa del salon grande donde disfrutamos de la compañía de 4 señoras a la izquierda y otra pareja a la derecha. Las mesas estan juntas no… juntisimas, lo que unido a la dimension del local y supongo que a la deficiente insonorizacion hacen que el ruido sea insoportable.
Nos tomaron nota rapidamente tras dejarnos una jarra de agua del grifo con hielo ( excelente detalle) y unos panecillos agradables calentitos.
El personal es muy amable y el camarero que nos tomo nota nos dijo que estabamos pidiendo demasiado ya que las medias raciones son grandes. A pesar de todo pedimos lo siguiente:
• Croquetas de rabo de toro con su salsa. Media racion (3uds) . Muy ricas
• Tempura de verduras & cangrejo de concha blanda con porra Antequerana. Enorme media racion de tempura de verduras con un diminuto trozo de cangrejo. La porra antequerana salada
• Berenjenas, miel de caña & hummus. Media racion muy abundante. Correcto pero sin emoción
• Costillas 70ºC (maceradas 24 h. en salsa barbacoa al Bourbon) & patatas deluxe. Este plato es solo por racion entera. Una carme marinada en exceso y tremendamente dulce. Cansino.
Para beber tienen una carta de vinos muy apañada con unos precios que hacia tiempo que no veia. Solamente inflados en torno al 50%.
Pedimos un mencia que no conociamos: La Escucha a 12,90 € cuando su precio en tienda ronda los 8,5-9€. Un vino marcadamente mineral pero agradable.
Terminamos con cafes.
Con todo esto salimos a las 22:00 del restaurante lo que indica que en una hora nos despacharon. Algo exagerado en mi opinion… aunque lo agradeci porque a esa hora el ruido era ensordecedor y ya me sabia la vida de dos de los hijos de las señoras de la mesa de al lado.
No es un sitio “de mi tipo”..
La cuenta ajustada: 52,20 €

MARIETA es uno de los muchos restaurantes de moda que se pueden encontrar en el barrio de Salamanca con buen ambiente, niñas guapas, propietarios con renombre..., etc. Viernes noche: restaurante hasta arriba.

El local es grande, con una muy moderna y buena decoración, convirtiéndose el restaurante a cierta hora en local de copas con DJ incluido, hayas acabado o no la cena. Al salir hay cola en la entrada.

Carta de vinos sorprendentemente limitada, pero con interesantes aportaciones a precios muy razonables. Elegimos Ànima de Raimat Tinto de DO Costers del Segre (12€).

Comida buena (sin tirar cohetes) mejor de lo esperado sinceramente:

- Croquetas caseras de rabo de toro & su salsa: Buenas.
- Brandada de bacalao con costrones de ajo: Muy bien.
- Tempura de verduras & cangrejo de concha blanda con porra Antequerana: Gran sorpresa, de lo mejor.
- Ensaladilla rusa: Muy buena sinceramente.

Como plato principal elegí "tartar de atún con algas wakame", si bien me trajeron "tataki de atún con mayonesa de wasabi & tartar de aguacate" (me daba igual uno que otro). Me pareció un plato con una presentación horrenda, pero muy bueno en lineas generales.

Llegue a probar el "pulpo a la brasa con parmentier de patata" que sin para tirar cohetes, no estaba mal del todo.

Buen restaurante para comidas/cenas en grupo y celebraciones, muy ruidoso obviamente (ambiente entre 30´s y 40´s), y fui invitado..., así que perfecto.

Cena en MARIETA, situado en Castellana, justo al lado del museo de esculturas al aire libre, puerta con puerta con el Registro Mercantil. Una zona ideal para montar algo de hostelería pues, pese a estar en pleno centro de Madrid, se suele encontrar aparcamiento, todo son oficinas y no se molesta a nadie. Se trata de un local abierto "non-stop", desde por la mañana hasta bien entrada la madrugada. Sirven brunch, comidas, meriendas, cenas y por si fuera poco te puedes quedar a tomar una copa. Local grande, con cocina a la vista y con una terraza muy agradable. Decoración muy cuidada y una enorme cantidad de camarero y cocineros. Se nota que aquí hay "power" económico. Sábado noche en agosto y el sitio hasta la bandera, ambientazo. Como no podía ser de otro modo en un sitio de moda, tiene una carta de cocina de mercado con guiños orientales y con precios moderados. 2 personas, pedimos:

*Sushi de calamares (7,90 €), realmente son makis, pero en vez de estar rellenos de pescado crudo, tienen en medio un trocito de calamar a la romana. No estaban mal, pero me quedo con la versión "japo" original.

*Berenjenas fritas a la miel con hummus (8,70 €), la berenjena crujiente con el punto justo de miel y muy conseguido el contraste del calor de la berenjena con el hummus. Muy rico.

*Mini kebabs (10,90 €), compuesto por dos Kebabs de tamaño medio, con una carne muy tierna y sabrosa y buen acompañamiento.

*Hamburguesa rellena de queso brie (10,90 €). Carne muy tierna, y con el queso brie efectivamente metido dentro de la propia hamburguesa que al derretirse le da un sabor estupendo.

De postre una "galleta oreo", postre parecido a la clásica cookie al horno con helado que te ponen en muchos sitios, no nos dijo mucho. Carta de vinos cuidada, buenos vinos a buen precio. Nosotros pedimos un tinto de monastrell de Alicante "El Sequé", servido bien de temperatura y en copas adecuadas. Buen servicio, muy atento. Te ponen una jarra de agua con hielo junto con un aperitivo nada más sentarte (me encanta este detalle). Las mesas un poco juntitas, pero es que con esta pedazo de inversión hay que amortizar cada metro cuadrado. Servilletas y manteles de celulosa. Con un cafelito, pagamos 61,10 € (unos 30 € por barba). A medida que avanza la noche, va bajando la luz y va subiendo música, la verdad es que es un sitio perfecto para continuar con la noche con un GT. Pues el sitió nos gustó, ideal para un plan cena + copas. Y ojo, este no es un sitio de "fast food" y platos precocinados, resulta que no se come nada mal. Eso sí, reservad porque si no imposible coger mesa, sobre todo en fin de semana