Una postal
Un local con parte interior pero con una extraordinaria terraza que se asoma sobre el puerto de Microlimao, el puerto más de pescadores de El Pireo. Añadido de música en directo y la gente incluso se anima a bailar en un clima medio turístico medio antiguo (más turístico pero agradable).
En esta época te permite ver atardecer con lo que la imagen del puerto van cambiando con el encendido de las luces de la zona, los barcos y las terrazas de los diferentes restaurantes que se asoman al puerto.
Carta de comida y bebida con bastantes opciones pero que andas un poco a ciegas porque son platos más e dominio local que internacional, al igual que las cervezas y vinos. Has de fiarte de las recomendaciones y estuvieron bien. Las aceiteras allí no son irrellenables.
Grupo amplio, creo que 18 sentados en mesa alargada, tomando platos al centro elegidos de carta y que no recuerdo la totalidad pero que me gustó el pulpo, los mejillones y la corvina salvaje a la sal que, aunque corta de raciones, (como suele ser para grupos) estaba muy en su punto.
De postre una coca borracha tipo sabarina con helado de vainilla francamente buena.
Para beber un blanco Opeino de pocos grados, cítrico, suave y agradable. Anteriormente varias cervezas locales de presion además de Alfa local.
Por cortesía de la casa el orujo griego y un Oszú que a cual de los dos tenía mayor graduación alcohólica. para rematar pedimos gin tonics que jamas he tomado tan malo y dejado la mitad. Menos mal que volvíamos con taxi.
Un local de muy buenas vistas con comida interesante, vinos aceptables y horrible GT. No olvidar que al reservar te pongan en la terraza y pegado al mar.
No pagué yo.