Excelente servicio y RCP

Local amplio, de decoración clásica pero con innumerables detalles modernos (o al revés), dando como resultado un local agradable, acogedor. Mesas amplias, buena la cuberteria, vajilla y copas (schott). Cocina tradicional con una excelente materia prima, bien ejecutada, ofreciendo un magnífico resultado final. Empezamos con dos copas de albariño (4€) mientras consultábamos la carta. Optamos por el menú degustación (30€). Éste está compuesto por: empanada gallega, un plato de pulpo a la gallega y un crujiente de vieras con cocochas al pil pil. Destacables los tres platos, muy buenos. Después sigues con un plato de cuchara (el que elijas de los tres que tienen en la carta), nos decantamos por una crema de setas y trufa negra (excelente). Para finalizar, eliges la carne o el pescado que te apetezca de la carta; en nuestro caso merluza a la gallega y un rape con trufa negra. Ambos platos excelentes. Café correcto y petit fours. Invitación a licores. Finalizamos con un gin tonic de Citadelle, el cual amablemente nos sirvieron en dos copas con dos tónicas. Servicio muy destacable, atento. Cambio de cubierto con cada plato. Carta de vinos muy interesante. Nos decidimos por un Marimar Estate 2004 (39€). Acertado el descuento de 6€ en el vino para los usuarios de Verema. Alejandro tuvo el detalle de ponernos dos platos para probar la lamprea. Excelente resultado final. Un fijo para mi agenda.