Apuesta segura

Visitar un nuevo restaurante siempre es emocionante. Tras las inmejorables referencias de amigos y veremeros, nos decidimos a visitarlo un sábado a medio día. El enclave es privilegiado, en el puerto de Valencia, en una zona tranquila donde se ven entrar y salir las distintas embarcaciones de recreo. El local es casi etéreo, totalmente acristalado en 2 de sus cuatro costados, con una terraza que también se acristala según la climatología. Esto permite que la luz natural lo impregne todo, dando una sensación cálida y acogedora. Impresionante bodega y carta de vinos con correcta RCP. Mesas, sillas y manteles acordes al nivel del local. Impecables. El conjunto es elegante y agradable, invitando a la relajación.
Nos acomodaron amablemente en el salón, uno al lado del otro mirando al mar, esto empezaba bien. Solicité un fino y cual fue mi sorpresa al encontrarme con una copa de La Panesa, un vino untuoso, envolvente, con una complejidad que emociona. En ese momento comprendimos por qué se llama Vinícolas.
Tras consultar la carta, nos decidimos por el menú de medio día-fin de semana:
Ensalada caprese en infusión tipo mousse, servida en taza (muy buena), taco de atún maridado (exquisito), Buñuelos de bacalao con sus tripas (junto con el atún, plato imprescindible a disfrutar en este restaurante) . Gambas (enorme calidad y gran sabor, exacto punto de cocción). Continuamos con un arroz seco marinero, que consideramos que es difícil de mejorar. Todo esto con un buen pan en forma de pequeña hogaza y un muy buen aceite (Los Aljibes en mini lata). Para acompañar este menú, elegimos un Venta Mazarrón. Fue buen compañero, sin estridencias.
En los postres, una emocionante copa de moscatel Ordoñez N3 viñas viejas 2010 (invitación de la casa). Un vino único y sublime.
Café y Gin-Tónic de Martin Miller Westbourn con Fever Tree en copa “de campeón”, perfectamente servido.
Todo esto con un servicio de sala impecable y con un señor Maître como José Miguel, que no se pierde detalle, de los que te hacen sentir bien y como dice Aurelio G-M “ de los que crean escuela”.
Por tanto se trata de una apuesta segura: un cocinero del nivel de Raúl Aleixandre, materia prima de primera calidad, un servicio de sala excelso, carta de vinos con servicio del mismo de impresión, todo en un enclave privilegiado…y una de las mejores RCP de la ciudad. Un lujo asequible, que incita a reincidir, recomendar y volver a reincidir.

  1. #1

    oscar4435

    Este local esta que lo peta.Por algo sera.

  2. #2

    Isaac Agüero

    Lo tengo más que apuntado para mi siguiente visita a VLC

  3. #3

    Abreunvinito

    en respuesta a Isaac Agüero
    Ver mensaje de Isaac Agüero

    En dos palabras: im - prescindible

  4. #4

    Abreunvinito

    Me alegra ver que veremeros de pro, confirman mi apuesta inicial en todos los conceptos: sala, cocina, ubicación y RPC.
    Felicidades por el disfrute.

  5. #5

    Silan

    en respuesta a Abreunvinito
    Ver mensaje de Abreunvinito

    Muchas gracias por tu amable comentario!
    También coincidimos en que es de visita imprescindible.
    Saludos ;-)
    SILvia y ANtonio

  6. #6

    G-M.

    Andá! Se me había pasado vuestro comentario, me alegro mucho de que is gustara.

    Siempre que lo he recomendado he triunfado.

    Muchas sala y mucha cocina juntas!

    Abrzs

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