Raúl se embarca de nuevo

De nuevo resurge Raúl Aleixandre y esta vez con mayor fuerza y con grandes posibilidades. Local de nuevo cuño frente a Veles y Vent, pero ojo, separado por el canal con lo que hay que entrar por el lado contrario del puerto, por la zona de cruceros y cerca de la Lonja de Pescados. Un local que rezuma elegancia, con vistas muy bonitas y que nace para estar en lo más alto.

Una zona de terraza exterior con sensación de estar en cubierta de barco y un comedor interior pero con vistas, con buen aire acondicionado. Perfecto para el verano aunque en invierno y entre semana por la noche, el aislamiento que se agradece ahora, no sé como se llevará al convertirse en inconveniente. Un punto de referencia que debe ser también para los cruceros que atracan muy cerca de la puerta del local.

Raúl, pletórico, se le ve muy a gusto, y está como capitán del barco. Servicio en sala impecable y a cargo de José Miguel siempre pendiente de todo, incluido el vino con buenas recomendaciones.
Una carta de comidas visible en la web te hace llegar con algún deber ya hecho; se centra en producto del momento (la cercanía de la Lonja influye) con muchas opciones de entrantes, atractivos arroces (quedan en cartera pendientes para otra ocasión pero los vi servir en cazuela compartida en la mesa con buena pinta), no muchas opciones en pescados y carnes y suficientes postres. La carta de vinos acorde con el lugar con buena variedad y presencia de locales y nacionales pero también con una buena dedicación a extranjeros tanto en blancos como tintos y espumosos; los precios mejor de lo que suelen ser en restaurantes de alto nivel.

Los dos compañeros se retrasaron (se perdieron por no mirar el plano de la web) y me dió tiempo a una cerveza Warsteiner (no hay muchas opciones, supongo que crecerá) y un vermouth Perucchi blanco (aquí si hay buenas opciones) con un par de croquetas para evitar el mareo y que aún pareciese más que andáramos embarcados.
Un servicio de aceite Los Aljibes en la mesa y servido en recipiente de cata, con una buena cesta de pan (aunque no hay plato donde apoyar tu ración), ayudan a mitigar el hambre que siempre produce leer la carta de comidas. Nos decidimos por elegir un entrante cada uno y de segundo pescado y de las pocas opciones presentadas, la raya parecía lo mejor. Y lo fue.

No dió tiempo a llegar el encargo cuando de parte de la casa nos llegan 3 anchoas caseras, no muy grandes pero sabrosas y 3 gambas de Denia perfectas de cocción, sabrosas y de muy notable tamaño por parte de la casa, como saludo de reencuentro y recuerdo de los años en el añorado Ca Sento de los últimos tiempos y también de los primeros, cuando íbamos a "un bar donde hacen una caldereta de ensueño y luego sobre el tomate que sobran echan unos huevos fritos". En fin, enmudeció la mesa.

A continuación lo pedido:
. sepionets en salsa de cacao: unos sepionets perfectos con su punto de tinta cada uno y una salsa que contrasta, pero se integra con ellos; muy bien emplatado y suficiente para los tres.
. cocochas de merluza hechas a la brasa: buena ración de cocochas con un planteamiento de cocina que nos sorprendió y nos gustó. Para comerse un pozal que diría Chicote.
. ortigas de mar (una por persona) puestas con rúcula y rebozadas para hacer una témpura. Un grave error: solo pedidos una para cada uno. Un plato (aunque el servicio fue individual al plato de cada uno) muy recomendable, perfecto de rebozado, sin gota de aceite, un contraste muy interesante y una ortiga de buen tamaño y sabor.

De principal la raya comentada: servida con un fondo de pollo de gran sabor, toda pelada y hasta quitado el cartílago, con una pase ligero de plancha y luego horneada; ración notable. Decoraba la buena presentación algunas pocas verduras con buen punto de fuego.

Para postres:
. unos raviolis con chocolate y helado caramelizado, más que generoso en tamaño y bien elaborado y mejor presentado.
. cerezas estofadas con helado de fruta de la pasión: muy bueno y curioso con el contraste de sabores.
. quesos. Siempre se habla del suministrador de la carne (que si Luismi, que si..) o del marisco (que la Lonja de Denia, que..) pero aquí conviene hablar del suministrador de los quesos. Se llama Solo quesos, del mercado de Russafa (local 90-91), un francés (Bertrand Mazurier) que solo vende quesos españoles y de leche cruda; merece un monumento por lo que consigue. Para la comida en concreto fueron:
Picardcho de quesería La sabina de Camporrobles, un cabra de pasta blanda y corteza enmohecida con 6 semanas de curación,
Rey Silo de una artesanal de Pravia (Asturias) una coagulación láctica da origen a este queso de leche cruda de vaca con 2 meses de curación.
Botàs de quesería Molí de Ger en la Cerdanya, otro de cruda de vaca, cremoso de piel lavada con 6 semanas de curación.
Ahumado Añejo de Castilla de Campoveja (Valladolid) por supuesto de oveja y fue primer premio de ahumados en International Cheese en 2012
Voler Volar de quesería Mas de Alba en Pla de l´Estany (Gerona) queso azul de pasta semiblanda de leche cruda de cabra con 3 meses de curación. Hubiera repetido de todos, pero éste me ganó.

Todo ello merecía un buen compañero líquido y empezamos por un cava de los varios poco habituales que hay en la carta: Oriol Rossell Gran Reserva 2008, un brut nature de gran elegancia y al mismo tiempo poderoso. Difícil quedó la siguiente elección ya que siempre intentamos probar otro vino, por lo que decidimos seguir con blanco pero ante la escasa posibilidad de mejorar el cava, optamos por un blanco tranquilo y nos fuimos a los alemanes, y al comentarlos con José Miguel, nos aconsejó, y bien, Reinhold Harrt Piesport con un perfecto equilibrio de acidez y dulzura de paso que resistió el empuje final de los quesos.

Un extra más de la casa; tres cucharitas con unas trufas caseras bien decoradas, nada empalagosas para acompañar y reforzar el sabor de los cafés, que también fueron destacables, para tener un buen remate de la comida.

Remate y gol, porque hay días que se alinean los astros, y coincidí con un cliente personal que tuvo la deferencia de invitarnos a los tres.

Gustó tanto que hay quien repitió a la noche siguiente. Un local que apunta muy alto y que recien abierto estaba casi lleno entre semana y a medio día. Los precios se pueden consultar en la web pero salvo el marisco, que sube la cuenta, el resto de platos están bien con entrantes entre 12-15€, arroces sobre 18€, carnes y pescados entre 16-24€ y postres 6-8€.

Un destacable menú por 28€ bebidas aparte que incluye aperitivo, 3 entrantes, principal, postre y café con una relación calidad precio de sobresaliente. Este local y cocina, al menos con el menú, hace imposible perdérselo.

  1. #21

    Abreunvinito

    en respuesta a G-M.
    Ver mensaje de G-M.

    Has dicho pioneros o antiguo??
    Saludos

  2. #22

    G-M.

    en respuesta a Abreunvinito
    Ver mensaje de Abreunvinito

    jejeje, te dejo elegir

  3. #23

    Almolo

    en respuesta a Aloof
    Ver mensaje de Aloof

    Sí, pero tiene un par de menús de mediodía muy interesantes. Entre semana a 25€ y los fines de semana 35€

  4. #24

    Abreunvinito

    en respuesta a Almolo
    Ver mensaje de Almolo

    Efectivamente el menú que plantea es muy competitivo para ser el lugar y la cocina que son.
    Saludos

  5. #25

    Silan

    Enhorabuena por la experiencia y su relato. Ahora no nos queda otra que ir!
    Saludos
    SILvia y ANtonio

  6. #26

    Abreunvinito

    en respuesta a Silan
    Ver mensaje de Silan

    Es lo malo que tiene estos sitios, que entran unas ganas de ir.....
    Saludos

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