Todo un clásico en la zona ..... y uno de mis restaurantes básicos.... Me sorprende que no hubiera ningún comentario previo. Cocina china con excelente materia prima, local sencillo, familiar, con un trato muy cercano. Servicio del vino casi inexistente aunque las copas son decentes y hay alguna referencia interesante... suelo cenar con el rosado de Vegalfaro, y no me equivoco. Esta vez tomamos una ternera crujiente, como siempre riquísima, caramelizada y servida en una tulipa como de barquillo.... tempura, con un rebozado excelente, finísimo y una textura melosa de la verdura y crujiente del exterior.... y finalmente unas ricas gambas con sal negra, con su verdurita en juliana bien frita y su punto exacto de elaboración. Acompañado todo ello de un arroz frito con gambas. No tomamos postre... si café y te (de jazmín). La relación calidad precio excelente....