Local cercano al nuevo Hospital de Can Mises con una terraza exterior bien decorado, con buen servicio.
Carta de comidas con menú básico (14.95€) y menú Pica-pica (24.95€) y hasta menú de tapeo. A la carta hay muchas opciones de platos, incluidos algunos de los menús, en general interesantes sobre el papel. Carta de vinos más de lo habitual incluidos Vega Sicilia Único y hasta champagnes de 3 cifras, con precios altos.

Tres para comer en la agradable terraza, optamos por un menú básico y dos (es el mínimo) para el pica-pica siendo de agradecer poderlo hacer sin que sea a mesa completa.

Para beber agua Viladrau de medio litro y clarita de limon incluidos en el menú y repetidos fuera de menú. De vino solicitamos uno que no había (sin aviso) y nos decantamos por ir al origen del Priorato, un Scala Dei Negre 2011, una garnacha intensa a 20.90€+IVA.

El menú básico incluye un primero a elegir entre gazpacho, ensalada de pollo, crema de calabacín, setas a la plancha y el elegido wok de calamarcitos y verduras con arroz frito que resultó muy bueno de cocción y preparación, además de presentación y en buena ración.
De plato principal había filete de dorada, sarmale de col relleno de carne picada, solomillo de cerdo relleno al horno, risoto de setas variadas y trufa de verano; lo elegido fue tallarines de verduras, soja y miel, también muy bien de cocina y presentación.
De postre carpacchio de piña más que correcto. Descartamos la tarta de queso.

Para el Menú Pica Pica para dos y todo al centro: queso camembert rebozado con triturado de frutos secos y frito: original y bueno.
Mini hamburguesa con cebolla pochada: mejorable el pan pero bien el contenido.
Croqueta casera: de jamon, muy buena, bien hecha y sabrosa.
Serranito: pan tostado con loncha de lomo (que se secó en demasía) con una lonchita de bacon más que crujiente puesta en forma de vela ondulada con perfecta presentación.
Un plato con rodajas de berenjena rebozada con miel y en freidora.
Parrillada de pescado que en realidad correspondió a una fritura andaluza de boquerones, puntilla, tacos de merluza o cazon sin adobo y un gambón plancha por persona.
Huevos cabreados: versión de los huevos rotos con un fondo algo sentido de picante, con sus patatas paja bien fritas y con un sabor muy tolerable de picante para todos, incluso bajo.
Para postre otro carpaccio de piña y salami de galletas: una tarta de galleta con chocolate, densa, contundente y con una presentación más pobre; calorías prescindibles. El nombre de salami debe venir porque es como una loncha gruesa de una tarta alargada (como loncha de salami).

No hubo pan, aunque sí AOVE de Gourmet (como el vinagre). Un buen café descafeinado sin extras de la casa.

Una buena cocina con una materia prima correcta, muy buena presentación y buena (y algo cara) carta de vinos.
Recomendable y más en la zona, poco céntrica.
En el precio hay que tener en cuenta que corresponde a dos menús diferentes.