Restaurante La tahona en Valladolid
Restaurante La tahona
País:
España
Provincia:
Localidad:
Cód. Postal:

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Vino por copas:
Precio desde:
22,20 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Nota de cata PRECIO MEDIO:
22 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
6.5
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
6.0
Comida COMIDA
7.0
Precio medio entorno ENTORNO
7.0
RCP CALIDAD-PRECIO
6.0
Opiniones de La tahona
OPINIONES
2

La verdad es que disfrutamos mucho.Llegamos sobre las 21 h y no habia nadie en la sala.Al irnos sobre la 23:30 h,estaba lleno.Excelente materia prima.La carta de vinos correcta pero con problema que observamos en todos los Restaurantes que visitamos en La Ribera.Ninguno tiene las añadas en la carta.La carta de vinos en La Tahona es bastante completa,para lo que es España.Probamos un Alion 2007 y un Vendimia Tardia 2013 de Oremus .Vale la pena.no lo dudeis.

 

Después de haber estado muchas veces tapeando en la barra, hoy nos hemos animado a pasar al restaurante confiando en que el nivel del mismo estuviera a la altura del del bar. El comedor es acogedor, lástima que al estar comiendo nosotros solos con la única compañía de la demodada música ambiental quedara un tanto desangelado. Sillas cómodas, buena mantelería y vajilla completaban una decoración sencilla y con algunos toques rústicos. A la entrada a la sala una impresionante sala climatizada como vinoteca custodia las referencias de una extensa carta de vinos, donde solo los Riberas del Duero ocupan más de 3 abarrotadas páginas.

Viendo que disponían de un menú del día con 8 primeros y otros tantos segundos, entre los que se incluían algunos de los que nos llamaban la atención, escogimos como primeros una ensalada de langostinos y una menestra, y de segundos un entrecote de ternera y lechazo confitado. Mientras llegaban los platos amenizamos la espera con un aceite Pago de Valdecuevas, producido en Medina de Rioseco, y que fue una agradable sorpresa. En cuanto a la comida, la menestra de buen sabor y bien ligada, aunque prefiero las verduras un poco más tiesas. La ensalada nos pareció un poco pasada de vinagre y justita de langostinos. En cuanto a los segundos, en su punto el entrecote, bien acompañado de pimientos asados y patatas. El lechazo flojito, demasiado hecho y con una textura estoposa y seca en las partes más finas.

Como postres pedimos un buen flan de café y unas ricas natillas con una espesa capa de caramelo por encima. Completamos la comida con un café normalillo y unos licores a los que la casa tuvo el detalle de invitarnos.

En cuanto al vino, preguntando qué tenían por copas el camarero nos recomendó un Viridiana 2012, un roble de Ribera del Duero que me dejó bastante frío. Eso sí, sufrió ese sorprendente proceso por el que de la barra a la mesa del restaurante el precio de la copa se incrementa hasta los 2,50€, que no está nada mal para un vino de 6-7€ la botella. Debía haber algún peaje en el que no me fijé en el acceso a la sala. La carta de vinos, como ya reseñé antes, es grande tanto en extensión como en inflación de precios. Ya se sabe, el que algo quiere, algo le cuesta.

Volveremos, sin duda, pero visto lo visto nos quedaremos en la barra, que nos ha proporcionado siempre experiencias mucho más satisfactorias.

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