Restaurante Pierluigi en Roma
Restaurante Pierluigi
País:
Italia
Localidad:
Tipo de cocina:

Añadir vino por copa

Precio desde:
52,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Cierra:
Lunes
Nota de cata PRECIO MEDIO:
52 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
7.0
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
8.5
Comida COMIDA
7.0
Precio medio entorno ENTORNO
7.0
RCP CALIDAD-PRECIO
5.0
Opiniones de Pierluigi
OPINIONES
1

De vuelta a la sin par Ciudad Eterna, y tras preparar a conciencia la correspondiente agenda restaurantera, nos acercamos a la primera estación gastronómica del viaje, el restaurante aquí comentado, el cual, fue sugerido, por otra parte, por mi mujer, al haber tenido conocimiento de que el mismo era una de las últimas propuestas con encanto de Roma.

Encanto? Cuál? -le pregunté un tanto desconfiado (dado que la fuente originaria era una revista de moda femenina). “Pues uno que dicen que tiene una de las mejores bodegas de Roma” -me contestó. Dicho y hecho, reserva por internet a los 10 minutos y contestación casi inmediata. Y allí que nos plantamos el día de autos no sin antes efectuar el habitual giro por la mitad de la zapaterías de Roma en incesante búsqueda de las últimas tendencias -femeninas- en la materia (suspiro profundo).

Ubicación y entorno: Céntrico. Situado muy cerca de uno de los lugares que tiene más sabor “romano”: el Campo de fiore, pequeño mercado muy curioso y cuyo lado izquierdo desemboca en una calle (via dei Giubbonari) que te lleva a una de las instituciones gastronómicas y de alimentación de Roma: Roscioli (del que ya tendré que hablar en otro viaje).

Más en concreto, el Restaurante se encuentra ubicado en una plaza de pequeño tamaño a la que se puede acceder sin problema desde la céntrica avenida de Vittorio Enmanuelle. El sitio tiene un cierto encanto (sin excesos) si se opta por cenar en una pequeña terraza de 10 ó 12 mesas instalada en el exterior. El entorno interior es muy agradable, comenzando ya por la entrada, presidida por un expositor con hielo de los productos del mar de los que disponen (fantástica la imagen de un impresionante atún cortado por la mitad) y con una parte izquierda que parece ser una especie de recibidor en el que puedes tomarte alguna cosa mientras esperas.

Restaurante con una capacidad aproximada de 100 pax y dividido en diversas estancias, nuestra ubicación fue en la de más al fondo (lo que te permite cotillear un poco). Entorno muy cuidado, iluminación suave, ambiente un tanto intimista. Me gusta este ambiente, tanto más en la primera cena!!. Las mesas eran de tamaño adecuado y las sillas correcta y bastante cómodas. La separación entre mesas un poco justa, como suele ser habitual en Italia. Todo el espectro de menaje -cubertería, platos y vasos- muy bueno. Buenos manteles y servilletas de hilo y muy buena limpieza. Todo ok.

Pero antes de disponerme a cenar, me dediqué a intentar confirmar el secreto del lugar: su bodega. Aprovechando una visita a la toilette, y a la izquierda del mismo, en una sala particular, allí estaba, entrando en la misma sin encomendarme a nadie. Sencillamente, un espectáculo. Una sala abovedada, con una mesa central para 10 personas, en semi-oscuro, un silencio reverencial, todo lo que se quiera beber, perfectamente ordenado en sus cajas, ordenado y pautado, todos los italianos de renombre, franceses, australianos. Posiblemente más de 1.000 botellas sólo en esa sala; buff, quién pudiera encerrarse en ese sitio alguna vez.

Servicio y servicio del vino. Muy bueno. La aproximación hecha en el párrafo anterior quedo plenamente corroborada cuando vi la guía de vinos: 100 hojas con unos 12 vinos por hoja. Tiene de casi todo y, además, una buena cantidad de medias botella (como el falangina cantina del taburno que tomamos -15 euros-), oscilando su precio entre un x2 y un x2,5. En cuanto al servicio del mismo, pues en idéntica sintonía -se nota que son conscientes de ello-, presentado a perfecta temperatura y servido en un par de ocasiones. El vino se mantuvo en óptimas condiciones cubitera con hielos mediante.

Por lo que se refiere al servicio en general, personal abundante en número -casi un camarero por mesa-, atentos, rápidos y muy serviciales. Buenos tiempos y sin agobios. Perfectamente ataviados y con un correcto dominio de tres o cuatro idiomas entre los diferentes camareros. Un buen staff en este punto.

Comida: A la vista del expositor de pescado -que barruntaba género del bueno-, fácilmente se comprenderá en qué está especializado el lugar. No obstante, presenta una carta variada, en la cual tienen cabida diferentes antipasti (incluidos los más típicos), pastas y algún rissoto. Para segundos, también existen diversas modalidades de carnes aunque preponderan, como se ha dicho, los pescados, admitiéndose diferentes preparaciones de los mismos (plancha, horno, cocido).

Por nuestra parte, y dado que era cena, nos limitamos a pedir un antipasto y un pescado a compartir. El primero consistió en un carpaccio de buey con queso y canónigos (18 euros). Bien trabajado el buey, con un buen -y regular- corte acompañado de lascas de parmigiano abundantes y de un buen olio. El pescado -presentado a la vista antes de su preparación (detalle -repito una vez más, que me encanta-)- un rodaballo de tamaño medio (600 gramos/60 euros), preparado al horno, con una excelente cocción. Todo ello, unido a la calidad intrínseca del producto, configuró un plato sencillo en su concepción, pero de innegable buen sabor.

Los panes (6 euros). Variados (grissinis incluidos) y buenos en su conjunto. Presentado en una especie de peana metálica que asemeja una canasta de baloncesto invertida.

A todo lo anterior hay que añadir una botella grande de agua (4 euros), para dejar, con ello, una cuenta final, sin cafés ni postres, de 103/2 pax.

En pocas palabras: un sitio en el que sabes que vas a estar tremendamente cómodo, donde la atención al cliente es detallada, donde el producto prima sobre la preparación del mismo y donde tienes unas opciones vinícolas fuera de lo común. No es barato -tampoco me pareció caro-, pero sí recomendable. Yo, por lo menos, volveré.

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar