Sin prisas, por favor

Primer día de Vinoble y con 3 horas de descanso entre la jornada matinal y vespertina nos da tiempo para mucho, primero nos acercamos al típico y tradicional Tabanco El Paisaje, lugar imprescindible por su ambiente y alma flamenca, para después comer algo más “formal” en esta casa situada en plena Pescadería Vieja, calle tabernera por excelencia de Jerez. Local a tope, terraza llena de gente y comedor igualmente concurrido, subimos al primer piso y nos colocan en una amplia mesa que habíamos reservado poco antes. Local cómodo aunque algo ruidoso, pero se está a gusto.

Carta meramente tradicional y cocina basada en un producto marino de primer nivel, seleccionado en la lonja de Sanlúcar o en otras de la provincia, todo expuesto en un mostrador donde destacaban por su tamaño unas excepcionales cigalas. Muchos mariscos y pescados autóctonos para elegir figurando su precio o bien al peso o bien por ración. Como habíamos picado anteriormente tampoco pedimos mucho, comenzamos compartiendo un sencillo aunque muy rico tomate aliñado (6€), siguiendo con un excepcional tataki de atún rojo (14€), ahora en plena temporada y que estaba fantástico por la calidad del producto. Un plato repetido hasta la saciedad, pero que cuando te topas con un producto como este, no hay debate. Para repetir y con su punto de wasabi.

Como segundo pedimos uno de esos magníficos pescados que gastan por aquí, en concreto un pargo. Es un pescado que nos encanta por su sabor y la textura de su carne y que preparan al horno respetando todas sus cualidades, lo acompañan con una pasta con berberechos que si bien estaba un poco cocida de más lo cierto es que estaba muy buena hasta tal punto que pedimos un plato de esa pasta aparte. De postre un sorbete de limón bien hecho, también probamos un tocino de cielo bastante rico.

Carta de vinos no muy extensa pero superior a lo habitual de la zona, con vinos de varias DO’s nacionales y un buen número de representantes de la zona, que obviamente fueron los que pedimos, en primer lugar el excelente y poco visto Fino Marismeño de Romate y después el más conocido pero igualmente fantástico Fino Inocente de Valdespino. Copas correctas, aunque por defecto te ponen el catavinos cuando pides un Jerez, luego te cambian la copa a una más adecuada a petición. Precios correctos, en torno a los 15 euros cada una de las botellas. Servicio lento, muuuuy lento, se nos fueron casi dos horas para comer todo esto, es cierto que el local estaba a tope pero aquí desde luego que los ritmos son otros, así que si tienen prisa mejor pensar comer en otros sitios.

Con respecto al precio final, pagamos unos 30 euros por persona, bastante correcto, las raciones de los pescados están a 18 euros y a unos 40/50 por kg en piezas, los mariscos obviamente suben el precio pero tampoco nos parecieron tan caros y el aspecto de las piezas era impecable. Un clásico en Jerez para comer buen pescado y marisco fresco sin pagar en exceso, aunque ojo con los tiempos de espera si el local está muy lleno. Recomendable en cualquier caso.