Sin grandes alardes, pero apostando por cocina de mercado sin florituras, muy buena la calidad de la materia prima empleada.
Entrantes contundentes, generosos, y de calidad, gamba roja, callos, hoy algo menos explendidos de ejecución de lo que los recordaba, y algo hemos oído del jefe de sala sobre el tema reprochándoselo a cocina, casi bronca, así que saben lo que dan e intentan arreglarlo.
Seguimos con un buen plato de lomo y jamón muy bueno.
Volvemos a rematar con la imprescindible merluza con chipirones, soberbia.
Servicio de sala atento, sin excesivo mimo pero cumpliendo en todo momento su función.
Carta de vinos corta, siguen manteniendo el A,B,C, pero curiosamente su oferta de magnums es amplia. Copas adecuadas, si las pides.
Sin postres, no cabian:)))
Los GT invitación de la casa
Restaurante que no desmerece, y si estas por la zona es interesante visitar.
Curioso observar la evolucion del precio medio desde el 2005, de 40.-€ a 75.-€