El chef Rodrigo de la Calle se aleja de los fogones de su restaurante en Aranjuez (que se mantiene abierto) para liderar la propuesta gastronómica del Hotel Villamagna, que ha apostado por este creativo, estudioso y joven chef, sin duda alguna, uno de los valores más seguros de la vanguardista cocina española.

El restaurante ocupa uno de los laterales de la planta principal del Hotel, con una muy correcta iluminación y distribución de la sala, la decoración no enamora pero es moderna y con gusto, y con “creo” acceso a terraza exterior.

La propuesta de Rodrigo de la Calle se basa en su renombrada cocina “verde o vegetal” a base de verduras, hortalizas, plantas, semillas… “y otras variedades olvidadas o desconocidas del reino vegetal….” El menú estrella el “Revolución verde” trece platos en donde las verduras son las exclusivas protagonistas, o variaciones sobre este menú con el menú “Gastronómico” o ejecutivo, el menú completo “Gastrobotánica” en el que se incluyen platos de carne y pescado. Por ultimo el menú “Vegetariano” (que no vegano), con opción de comer a la carta. El menú “Gastrobotánica” hora determinada de llegada.

Nos decantamos por la “Revolución verde” al que acompañamos con un fantástico y muy bien servido QUERCUS, rematado con un PAÑOFINO de la toledana Bodegas Torre de Barreda, un 100% tempranillo, que quedó un tanto oscurecido por el tempranillo de Ucles. La carta de vino no es excelsa, pero si muy interesante, con precios más que razonables. El servicio de vino no está dirigido por sumiller, pero el equipo de sala estuvo muy cuidadoso en todo momento para atender, informar y sugerir cualquier asunto relacionado con el vino.

Como entrantes se ofreció mini “croqueta de quinua al curry”, “consomé Royal” con una falsa yema huevo al fondo y dos “puntas de espárragos” encerradas en tarro con caldo (el caldo se toma con pajita), propuestas vanguardistas que adelantan los planteamientos de Rodrigo. En términos generales bien, pero esperaba mucho más de los espárragos. Tras los aperitivos se presenta el servicio de pan: muy bueno.

La sensación final es de absoluta satisfacción e buenas sensaciones por la mayoría de las elaboraciones de Rodrigo que garantizan el éxito de este nuevo proyecto, a destacar entre las propuestas: Fantástica la templada “ostra con zanahoria y verduras del mar” (muy recomendable para quien no sea fanático de estos moluscos), los dos siguientes platos no se nómbralos de manera correcta, pido disculpas, una muy buena “emulsión de alcachofa con pipas”, y muy interesantes los “guisantes con caviar”, potencia de sabores en estado puro. Las dos siguientes propuestas son dos platos estrellas por su creatividad y originalidad: las deliciosas “gachas de ajo negro con borrajas” y los sorprendentes “spaghetti vegetales al pesto”, falsa pasta elaborada con apio, y para rematar un “estofado de salsifi y avellanas”.

Por supuesto, mención especial a los increíbles arroces de Rodrigo, la base de los mismos tiene un trabajo increíble con un sabor muy potente, y por supuesto, el punto del grano magnifico. Disfrutamos del “falso risotto de verduras con arroz inflado y juliana de trufa negra” (muy bueno y suave) y el “arroz de sésamo negro, bimi y ramallo” (absolutamente magnifico).

Para finalizar entre los postres estaba el reconocido y recién presentado en Madrid Fusion “ensalada de kiwi, apio y algas” y un helado de “cacao y mandarina”

No pudimos disfrutar del famoso “liquen de espuma caliente de hongos y algas”, del que es para mí la mejor creación de Rodrigo (si hubiera estado en la sala, no me habría cortado en pedírselo).

Restaurante absolutamente recomendable, con un gran trabajo en sala (liderado por Jaime), entre los puntos pendientes de mejora, cierta impresión que el restaurante está todavía en proceso de ensamblaje, he leído en Internet que se echan de menos algunas sensaciones ya asentadas en el local de Aranjuez, es posible que haya algo de eso, así como ciertos detalles por pulir: entregar la composición del menú, preguntar por posibles alergias, y organizar el un tanto caótico servicio telefónico (proponer iniciar la cena a las 20:30 es un despropósito…), detalles sin importancia del que es una de las propuestas gastronómicas más arriesgadas de la capital, ciudad que sigue creciendo y apostando por una maravillosa cocina de vanguardia.