Comenzar la vacaciones así siempre es un buen preámbulo. Si te llama tu amigo y te dice ¿comidita?, lo primero que haces una vez procesada tan ambigua pregunta es intentar adelantar tu salida vacacional y empezar con el buen pie que señalaba antes.
Reserva en la misma mañana, y allí que nos presentamos en un local pequeño y decorado con un estilo muy natural que recuerda a cierta tienda nórdica. Me vuelvo a encontrar con mesas de tabla de madera y hierro, y bancos corridos en la zona de la librería, una pared con mucho encanto que da la sensación de hogar. Las mesas bastante juntas por cierto.
Buenas copas y vajilla como cabe esperar.
La elección del menú tuvo su gracia ya que al leer VP me hice una paja mental y me vino aquello de "Valuable Player", supongo que por la sugestión que crea siempre un cocinero con nombre. VP es Vicente Patiño, sin más, y al final no es otra cosa que una declaración de lo que puede ser su cocina, que arranca con un básico que borda como es su ensaladilla rusa.
Este menú de 35 €. consta de 5 entrantes, pescado, carne y postre. Te dan la posibilidad de cambiar el de carne por un arroz. También tienen sus recomendaciones diarias.
Entrantes
- Que Ensaladilla
- Sardina marinada con merengue helado de tomate
- Ceviche de navaja gallega
- Sopa de clóchina, manzana y apio
- Steak tartare
Cremosa y fina donde las haya, su ensaladilla.
La sardina fue el entrante que menos entendí, su crema de fondo no pasó para mí de una salsa rosa cuando en realidad llevaba mucho curro como contó Vicente.
La navaja es injusto comerte sólo una, es para una fuente sacando codos para que nadie se acerque, sublime. Cortada en tres trozos para que vaya cayendo uno a uno con todo su jugo mientras la embocas.
Otro buen plato el de la clóchina, con trozos de ella, la frescura de la manzana y el atrevimiento del apio.
El steak, con la yema de un huevo de codorniz, buenísimo. Acompañado de pan tostado para que te hagas un montadito si quieres. Vaya si se le dió uso...
Principales
- Corvina en adobo sobre ponzu de manzanilla
- Conejo sobre guiso de tomate
El plato de corvina contaba con complejidad. Ese primer aroma que sube es de matanza por el adobo, luego empiezas a comer este agradecido pescado y la cosa se asienta.
El conejo al parecer no es amigo de todo el mundo, de ahí que ofrecieran la opción de cambiarlo por arroz. Pero el caso es que se nos abrió los ojos. Una de las mejores carnes. Quizá por ello pueda ser crítico con este plato. El pisto estaba de muerte, y el conejo llevaba un trabajazo, quedando finalmente como una terrina planchada de la carne cocida y desmigada. Bien en conjunto, pero en mi caso particular no necesitaba tanto. Eché de menos el filamento de esta carne.
Prepostre (Fuera de menú VP)
- Tabla de quesos de Ramón Lizeaga
Pasta blanda, azul... espectaculares.
Postre
- Helado de mango
Mi recuerdo sobre él es vago, sólo sé que hice un comentario al respecto porque detecté la fruta y nada más. Con la frescura que tan bien me viene después de estas comidas largas.
De beber hubo: Una cerveza y una manzanilla Papirusa de inicio, una botella de cava María Casanovas brut, una botella de Mauro 2011, otras dos copas de la misma manzanilla y dos copas de PX Romate.
Grato el cava, espectacular el tinto, estupenda la manzanilla (fui a comprar inmediatamente después) y un PX cumplidor.
Un par de infusiones, rooibos y té rojo para finalizar.
Parece cocinar fácil, de hecho la base creo que va por ahí, pero mete algo de atrevimiento en algunos platos, y en parte se le exige, tiene ya su fama. Que se lo digan a los de la mesa de al lado. Hasta que no salió no pararon.
Quisiera destacar la calidad del pan. Y como crítica constructiva decir que no se puede generar tanta falsa expectativa con una cazuelita que cuando destapan hay unas cuantas aceitunas. Una de dos, o las sacas a la vista y no pasa nada, o si destapas, que haya algo serio. Son pequeños detalles que se han de pulir. Menuda cara se nos quedó. Pero quedémonos, valga la redundancia, con la sonrisa.
Un restaurante al que habrá que volver.
Al día siguiente estuvimos nosotros y quedamos encantados de la vida. Prácticamente tomamos el mismo ágape.
Ídem lo de las olivas ;-)
Abrazotes
La revolución de los humildes, jojojo...
Quería decir que estabas sin los nanos, cuando hiciste el comentario.Vamos, que esta currado, escrito con tiempo.
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