Hay ciertos lugares que sin existir ninguna razón no acudes a él y además no conoces a nadie que te hable del mismo. Y esto me ha pasado con este local, que está situado estratégicamente en la zona central de Cantabria, cerca de Torrelavega, con buena acceso a la autovía que cruza la región y en camino de dos lugares turísticos como son Suances y Santillana del Mar. Quizás también contribuya el hecho de tratarse de un hotel y en general los restaurantes de estos, nos suelen llamar menos la atención.
Pues bien, hoy en la prensa regional vemos que en este local están con unas jornadas de bacalao que parecían con muy buena pinta y que en la cocina se encuentra José Antonio Esteban, un cocinero con nivel, al que había perdido la pista. Y leído y hecho, llamada para reservar y a las 15 horas estamos en el local.
El comedor situado en la planta baja del hotel, es amplio con buena iluminación, mesas bien separadas unas de otras, con doble mantel de tela, servilletas también de tela cumplidas y con buena vajilla. Decoración clásica, pero sin ningún recargo. Las sillas cómodas.
Existía la posibilidad de más de un menú, carta, platos con bacalao a la carta y un menú degustación con el bacalao de protagonista, que habían diseñado y a este nos encomendamos, constando el mismo de:
Bacalao marinado al aroma de eneldo y escabechado
Pastel templado de bacalao
Copa caliente de una crema de puerro con bacalao
Sinfonía de bacalao: a la vizcaína, al pil-pil y con una crema de boletus
Postre tarta de higos
Hemos ido de menos a más:
En el primer plato: el escabechado sin saber a lo que tiene que saber un bacalao y el marinado algo más logrado.
El pastel templado, te puede gustar más o menos esta preparación, pero estaba para no poder ponerle ninguna pega.
Subimos el nivel con la copa, pues aquí aparte de estar bien elaborado, había cierta creatividad y una buena conjunción: presentado en una copa de tipo coctel con un fondo crema de puerro y patata, con unas lascas de un buen bacalao en la superficie, al que acompañaba en la zona superior una tiras de puerro crujiente y unas tirar delgadísimas de guindilla. Metiendo la cuchara al fondo y tratando de conseguir una conjunción, su degustación era de gran nivel.
Del plato de la sinfonía de bacalao: de sobresaliente el de los boletus, notable alto el pil pil y solo notable ramplón el de vizcaína.
Muy buena la tarta de higos, con sensación de casera. Se agradece salir de lo clásico (de queso, arroz con leche, de tres chocolates, torrija de sobao etc...).
No presté atención a la carta de vinos, el menú comprendía un crianza de Rioja (Carlos Serres cr 2009) y hoy no teníamos día de andar pidiendo vinos especiales, pues habíamos ido el “bacalao”. Pero las copas que nos pusieron tenían buen nivel.
El servicio, con amabilidad, cambiando todos los platos y cubiertos y me dio la sensación de saber perfectamente su profesión, por ciertos detalles de nivel que no se suelen prodigar mucho a día de hoy.
Con cafés y agua se completo la comida.
El menú con todo lo descrito supuso a 25 euros por persona.
Comentario.
El precio, dado que el precio del buen bacalao es elevado (y este lo era) no me parece en absoluto caro.
El servicio me ha gustado, el comedor es de los que no resultan ruidosos, es amplio y sin poder dar más razones, al final te encuentras a gusto.
Mi experiencia con los bacalaos, es que fallo más veces que acierto cuando lo pido y hoy hemos acertado con holgura.
Me pasa lo mismo con los restaurantes de hoteles, suelo escapar de ellos.
Por los nombres da la impresión de ser un menú bastante trabajado.
Lo que no sabia era que ya no estaba en Oreña y estaba aqui.
Creo que es autor de un libro de setas y fue campeón regional de cocineros, no sé el año, pero por el año 95-96, pues en el 97 estuvo en Requejada un breve periodo y ya lo habia sido.
Me ha gustado, ya os he comentado que el bacalao me da más sinsabores que alergias, en los restaurantes.
Pero fui por el cocinero y veo que sigue con buen nivel.
Hola compañero, en mi opinión el precio del menú es un precio muy contenido, sobre todo teniendo en cuenta que el bacalao es de calidad y la elaboración de los platos que has descrito.
Yo también suelo ser reacio a meterme en hoteles, pero quizá sean prejuicios que al final le privan a uno de descubrir lugares como éste.
Un saludo.
Yo, si no sé quién es el cocinero y que la familia Cueli estan relacionados con la distribucion de la hosteleria, no hubiese acudido.
Pero con la idea de Hotel: a mal restaurante, tenemos que romper ese bonimio, pues los roles sociales estan cambiando a marchas forzadas.
Quien hubiese pensado hace 15 años que los arquitectos, notarios y farmaceuticos, a dia de hoy no iban a ser, en términos generales, unos privelegiados.
Muy buena RCP y coincido contigo en lo de los hoteles.
Alguna vez he comido en el Hoyuela "Zona Sardinero" y te sorprendería, lo que pasa es que me desanime, porque estar una sola mesa en un comedor a veces es un poquito penoso.
Me encanta cuando me aportáis con un sitio nuevo " sobre todo en Cantabria" ya que no me suelo mover.
Pero verás cuando cuelgue el comentario del sábado porque no suelo cambiar mucho de restaurante.
Saludos
Si es penosa esa situación de estar solo en un comedor y muchas veces la postura de los camareros también es difícil, pues si están encima te agobian y se retiran te sientes aún más solo.
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