Acogedor y buena comida
Entré al ver en la puerta varios carteles de recomendaciones turísticas variadas y al atraerme la carta menú expuesta.
La carta-menú varía entre 28€ y 38€ en función de la combinación de entrante, plato principal y postre que se escoja.
Opté por un menú completo de 38€ más el maridaje de vinos por 14€.
Me ofrecieron un aperitivo fuera de menú con tres tapitas: aceitunas de la zona, muy sabrosas, chupito de sopa de camarones, con unos cuantos camarones y una tostadita con foie mi cuit. Todo muy bueno.
De entrante "foie Gras de canard, mi-cuit au Muscat de St Jean de Minervois D. Barroubio, oignons doux et toasts briochés" que se presentaba con tres rodajas tostadas de briox y tres acompañamientos, de cebolla caramelizada, de higos y una gelatina de vino dulce. Todo rico. Maridado con una copa de vino blanco dulce.
De principal pedí un plato fuera de carta, "cassoulet de jabalí", servido en su cazuelita francesa, muy mona aunque poco práctica para comer de ella, cubrían la carne unas mini patatitas. Muy bueno. Maridado un tinto potente de syrah y garnacha.
De postre "sphère de chocolat noir, mousse mascarpone et Griottes", una espectacular esfera de chocolate servida con chocolate negro fundido y puesto al momento, que va fundiendo la esfera y ofreciendo su relleno de mousse de mascarpone y sus guindas. Muy bueno. Maridado con un Banyuls dulce.
Pese a que no pedí café me ofrecieron los petits fours, cuatro en total, muy buenos todos, aunque no eran caseros.
También un panecillo tipo chapata pero mas esponjoso de corteza más blanda.
Servicio atento y simpático, local muy agradable, cada mesa con un florero y una rosa fresca, así como una vela encendida para las mesas ocupadas.
Un sitio muy recomendable para comer bien y relajadamente.
En la puerta advierten de que no tienen menú infantil, a buen entendedor...
El buen detalle, que al contrario que en España, donde sabes lo que pides pero casi siempre acabas pagando de más, por la picaresca de los restaurantes españoles, donde engañan en la cuenta con precios extra que acaban inflando el precio por el pan, el cubierto o el IVA, o todo lo anterior junto; aquí el precio era cerrado y transparente y los extras fueron gratuitos.
