Restaurante Trattoria da Tonino en Roma
Restaurante Trattoria da Tonino
País:
Italia
Localidad:
Cód. Postal:
Tipo de cocina:
Vino por copas:
No
Precio desde:
25,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Nota de cata PRECIO MEDIO:
25 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
4.0
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
1.0
Comida COMIDA
7.0
Precio medio entorno ENTORNO
3.0
RCP CALIDAD-PRECIO
5.0
Opiniones de Trattoria da Tonino
OPINIONES
1

Aterrizamos en el Fiumicino a las 9.00 horas, dejamos las maletas en el hotel -aún no estaban las habitaciones- y a las 10.00 horas ya estábamos pateando Roma a saco.

Castel Sant'Angelo – Campo de' Fiori – Piazza Navona – Palazzo Altemps… Se hacía ya la hora de comer, estábamos muertos, y caímos por unas preciosas calles, primero la Via dei Coronari, y después la Via del Governo Vechio. Recordaba yo que en mis apuntes veremeros había algo reseñable por allí… Miré y efectivamente en muchos casos se señalaba como un must Baffetto Pizzeria. Andiamo súbito!

Ohhh! Chiuso! Jopé.

Miré los apuntes a ver si sonaba la flauta y había algo más por estas maravillosas calles y… en los mencionados apuntes no, pero en otros de unaamigaromanadeunamigo, recomendaba efusivamente en esta misma calle un establecimiento de comida casera.

Decía textualmente laamigaromanadeunamigo: "No tiene nombre fuera, probar la pasta y los involtini, rollitos de carne con verduras dentro. A mí me gusta mucho todo y siempre está lleno. Sólo italianos, no turistas. Pero es cutre!" Oye, pues vamos, si lo dice una romana la pasta no puede ser mala.

Estaba a unos pocos metros del Baffetto, y cuando llegamos… De verdad que era cutre. Y de verdad que estaba lleno. Pero cartel, había, pequeñito y discreto, pero lo había. Nos entraron ganas de darnos la vuelta. Con la de restaurantes divvvvvvvinos que hay en esas callejuelas!

Esperamos fuera, en la calle, unos 10 minutos (exactamente lo que nos dijeron, dieci minuti) y entramos.

Ufffff qué agobio. Qué de gente! Un vapor salía de ahí (pasta y pasta en cocina)… Gafas empañadas… ¿Dónde estamos? le pregunté a mi familia... ¡No me dejéis, dadme la mano a ver si me voy a llevar por delante alguna mesa con cuatrocientos romanos!.

Nos metieron en una mesa de proporciones mínimas, a mí me daba el camarero en la espalda cada vez que pasaba, mi mujer y mis hijas apretujadas… Pero lo cierto es que tiene su gracia. Hay que ir a lo que vas y sabiendo a dónde vas. Rotación constante, buen ambiente… Hicimos el ejercicio de contar la gente que había y pensar cuanta pondrían en un restaurante español de ese estilo. La media era menos de la mitad. O sea que multiplican por más de dos los comensales.

La sala no tenía ningún encanto (más que sala, cuarto). Era como una casa de comidas de esas que había, alguna queda, en Madrid antiguamente. Algún detallito curioso como un reloj de pared… y pare usté de contar. Aunque insisto, tenía su gracia, no me pidan que lo explique, no lo sé.

La carta era de plastiquete. Bueno, las cartas, porque nos dieron cuatro modelos distintos, a cual más “moderna”… Eso sí, en todas ponía lo mismo.

Se trata de una trattoria de cuina romana, tal como pone en adhesivo en el cristal de la puerta, y pedimos lo que vimos que tomaba todo el mundo, pasta, y de segundo los involtinis que nos habían recomendado, intercalando entre ambos un bacalao.

• Pastas para compartiresvivir:
o Fettuccine al pomodoro e basilisco
o Macheroni al pesto
o Fettuccine al sugo di carne
Baccalá con patate
Involtini
Torta millefoglie

La pasta estaba muy rica en cualquiera de sus tres variedades, aunque pues eso, era pasta. Me quedo con los macarrones al pesto, eran más anchos de lo normal, cortos, delgados y huecos. Y el pesto muy logrado. Mi familia votó por los fetuccini al sugo de carne, con bolas de carne picada, una salsa de tomate sabrosa y queso.

El bacalao (al horno con patatas) lo pedimos porque ponía: “sólo los viernes”. Ondiá, si hoy es viernes!... Pues lo pedimos. Lástima que no hubiera sido martes, oño. Estaba seco y soso.

Y los involtinis eran unas láminas de carne de ternera guisada, enrolladas encerrando bastoncillos de cebolla, zanahoria, puerro y apio, cocinadas en salsa de tomate. Un guiso muy casero y sápido. Nos recordó algún guiso de nuestras madres tiempos ha...

La tarta milhojas… Hummmm…. Bien, bien, tanto el hojaldre como la fina crema pastelera.

La carta de vinos no es una carta, es una pregunta del expeditivo camarero: ¿Bianco o rosso?. Contestamos que blanco y nos sacaron una botella de Falanguia 2012, un Beneventano de 12 grados totalmente anodino servido en unas copas como de casita de muñecas, y sin hielos ni bufanda ni Cristo que lo fundó. Con el calorcito que hacía, el vino iba calentándose… y cuando llegaron los involtinis era un consomé fruttato.

La pregunta del millón: "¿Aceptarán tarjetas de crédito?"... Acertaron ustedes la respuesta: NO.

Bueno, pues una experiencia que no nos importó vivir en absoluto, que disfrutamos mucho aún con sus múltiples inconvenientes e incomodidades. No repetiré, pero volvería a hacerlo.

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar