Un restaurante encantador,con mucho gusto,buen ambiente y con musica d’atmosfera y la carta sugerente,los platos exquisitos y a la vista muy coloridos y fantasiosos.La carta de los vinos no está mal ,el servicio muy agradable y pronto.Un restaurante recomendable,lo pasamos muy bien,y volveremos seguro.

Siento decirlo, pero estoy completamente de acuerdo con dani. Local "moderno", con mínima decoración, situado en el barrio de beniferri (cuesta encontrar, tuvimos que parar a preguntar en una casa de pueblo y vaya susto se llevó la dueña a esas horas de la noche). La comida, conpátina de diseño, me decepcionó mucho, y el servicio es, en una palabra, lamentable. Y no creo que fuera una mala noche. El trato del vino es casi amateur, y sólo había una camarera para atender todas las mesas, con lo que tardamos casi 45 minutos en que nos sirvieran los entrantes. la carta de vinos es aceptable, aunque de precio algo elevado. Servilletas de papel, en fin, que hay otras opciones (todas) a las que ir antes que repetir aquí.

El sitio es distinto, el recibimiento por parte del personal es encantador. En cuanto a la comida pertenece a ese tipo de locales de los cuales las espectativas no se corresponden con la realidad aunque creo que cumple mínimos exigibles.La carta de vinos es escasa pero con algunas propuestas interesantes no les falta el Mestizaje que por 14 € no esta mal comparado con su precio de bodega.

Otro nuevo lugar... para no volver.
Ubicado en una antigua casa de pueblo y de decoración moderna, L’Ou quiere ser una nueva propuesta divertida y desenfadada de cocina creativa. El local no está mal, las copas tampoco y la selección de vinos es escueta pero correcta y de precios comedidos. Ahora bien, cuando te lo sirven como si de Coca-cola se tratara, con la copa llena hasta arriba, con poca gracia, sin darlo a probar... esto se va abajo.
Pero por si esto fuera poco, la cocina es... por 22€ nos proponen un menú cerrado que ya al leerlo merece poco la pena, pero cuando lo sirven, tus peores sospechas se vuelven realidad. Servilletas de papel, no hay cambio de cubiertos entre plato y plato... que desastre. Y lo peor de todo es que no es barato, 35€ por persona con un Ses Ferritges del 99, lo mejor de la noche, y aun así servido un poco caliente.
En definitiva, parece malo pero lo es.