No soy yo muy partidario de hamburgesas y demás comida rápida (salvo en noches de borrachera cuando necesitas meterte algo de grasaza para el estomago), pero esta hamburgeseria que lleva abierta casi veinte años, dignifica el papel de las burges, muy buenas hamburgesas con una carne excelente (tiene también perritos...y demás parafernalia), aunque os recomiendo sus hamburgesas. Precios razonables, rapidos, una decoración de gasolinera americana de los 50, hacen de este lugar una opción muy interesante para canbiar de restaurante estrellado o comida de pinchos. En la bebienda, no esperes demasiado, Cvne en vaso de sidra entre frio y fresco (¿porqué en el norte ponen el tinto frio?), sidra y lo que suelo pedir siempre cerveza de san Sebastián Keler (tuve una compañera de trabajo cuyo bisabuelo fundo la fabrica, todavía pone su nombre en la bodetella).