Estando hoy por tierras de Aranda de Duero,francamente no había muchas ganas de ese gran asado de lechazo que hacen con tanta maestría en la zona.Las dos razones principales es que ya lo conocemos de sobra y aunque este muy bueno queríamos salir un poco del sota,caballo,rey y la otra razón eran los casi 30º que atizaban hoy por la zona.Nos decantamos por este restaurante muy coqueto con cinco estancias bien diferenciadas,en la planta baja lo primero es una barra bien surtida de pinchos para pasar a un salón no muy grande pero suficiente para pasar luego a un patio cerrado con un buen lucernario con una imponente vinoteca.Luego en la planta superior un salón mas pequeño con un par de mesas grandes y un ático con mesas y sombrillas para tomar algún destilado.La carta bien variada.Bueno, pedimos una ensalada de escabechados de caza muy rica gracias al ligero pero patente escabeche,un guiso de garbanzos con oreja y chipirones muy bien resuelto sobre todo por lo gustoso de los garbanzos guisados y unas buenas mollejas cocinadas en su punto con ajetes.Luego de postres un rico tiramisu y una tarta cremosa de queso muy normalita acompañadas de un Ruby de Quinta do Crasto y un onubense vino naranja.Decir también que la carta sin ser un portento en variedad de zonas esta bien constituida con vinos de la zona y a precios comedidos,pedimos un Ferratus roble 2012 servido a una buena temperatura y en unas buenas copas. Conclusión,opción interesante si no apetece lechazo.