Restaurante Dar Nejjarine en Marrakech
Restaurante Dar Nejjarine
País:
Marruecos
Localidad:
Tipo de cocina:

Añadir vino por copa

Precio desde:
38,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Nota de cata PRECIO MEDIO:
38 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
6.5
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
4.0
Comida COMIDA
7.0
Precio medio entorno ENTORNO
8.5
RCP CALIDAD-PRECIO
7.0
Opiniones de Dar Nejjarine
OPINIONES
1

En la Medina, a 10 minutos de Jemaa el Fna, tuvimos nuestro primer encuentro con la cocina marrakechí.

Aterrizamos, llegamos al hotel justos para dejar las maletas y buscar un lugar para comer y… moooccc en el riad no tenían ninguna reserva a nuestro nombre. Pero… ventajas de haber contratado con una agencia de confianza: llamamos al móvil del agente, dejamos las maletas y nos fuimos a comer tranquilamente.

No había cerveza ni vino en “la plaza” (excepto en uno, Le Marrakchi, pero a ése queríamos ir otro día) así que preguntamos a un paisano que estaba por ahí a la que salta, y le dijimos que nos llevara a algún lugar cercano de cocina típica y que sirvieran alcohol. Le seguimos caminando -lo que nos proporcionó nuestra primera inmersión en la vorágine de Marrakech- y nos dirigió a uno que no tenía mala pinta. Nos volvimos hacia nuestros acompañantes femeninos y una de ellas -alta, rubia y guapa ella- pronunció sólo una palabra pero con gran rotundidad: "No". Así que le dije al guía espontáneo: “¿Otro?”... “No problema” contestó. Y nos condujo hasta Dar Nejjardine, y éste sí, éste nos llamó. Así que gracias e insert coin.

Se trata de un gran riad, ya fuera de zona comercial, que en sus dos plantas superiores tiene unas maravillosas terrazas como muy bereberes, tipo haimas. Vamos como un chill out étnico.

Nos acomodamos arriba del todo. Muy, muy bien. Realmente a gustito. Un mediodía soleado, ya atardeciendo, casi fresquito, el sol iba cayendo mientras nos sacaban las primeras Casablanca (correcta cerveza marroquí)…

Había un menú por 190 dirhams en el que sólo elegías el segundo (primero y postre eran fijos) y fue lo que pedimos, pero compartiendo los segundos, ya sabemos que compartiresvivir.

Surtido de ensaladas marroquíes. Un entrante que degustamos varias veces durante nuestra estancia, en algunos casos sin pedirlo. Sacaron 10 cuenquitos de barro cubiertos y los destaparon en nuestra presencia. Muy agradables. Eran todo ensaladitas monográficas muy especiadas. Así uno contenía berenjenas, otro espinacas, otro calabaza, otro remolacha, patata, pimiento, tomate… A tope unos de cilantro, otros de comino, de curry, de cúrcuma, de canela… o de todo a la vez. ¡Otra Casablanca, jefe!

Cous cous de verduras y pollo. Un cocido sabroso, la sémola de trigo perfecta de punto. Sacaron el caldo aparte para que lo fuéramos sirviendo a medida que avanzábamos con la sémola y así ésta no se pasara. Lo pedimos de pollo porque el otro plato que compartíamos era de cordero. Aquí ya pasamos al rosadito… que también fue compañero inseparable de nuestras escapadas gastronómicas por Marrakech.

Tagine de kefta con huevos. Un guiso concentrado de sabor aunque ligero, nada denso, hiperespeciado, con el cordero tierno no, lo siguiente (está de moda esta expresión así que la casco aquí, ya sé que a alguno le pondrá nervioso jeje). En cazuela de barro… Muy bueno.

Pastilla de leche y almendras. A base de un hojaldre muy aéreo recubierto por una capa de suave crema de leche salpicada de lascas de almendras. ¡Me gusta Marruecos!

Tenían una carta de vinos con 5 ó 6 tintos, otros tantos blancos, rosados y grises. Optamos por un rosadito del país, uva syrah, que estaba golosete, golosete, un Medaillon Rose 2012. Sorpresa en La Condomina. ¿Quién dijo que los vinos de aquí eran malos? Caros, son caros de coj… y sin mimo alguno en su trato, pero de malos nada. Copas decentes.

El servicio nos pasó desapercibido, eran sigilosos oye.

No había Visa, una constante en nuestra estancia. Ramico, ¿por qué no me lo dijiste? ¡Mételo en tu guía oño! (y ya de paso mete este restaurante, bastante mejor que los que tú cacareas, gallito) Nos pasamos el viaje sacando pasta y, claro, apoquinando comisiones.

En resumen, una cocina marroquí típica servida en un entorno típico también, quizás un poco forzado el tipismo del riad, pero encantador. De noche tiene que ser la bomba.

Abandonamos Dar Nejjardine entre risas, bien comidos y bebidos… ¡Andá! ¿Y el hotel? ¿Habrán arreglado lo de nuestra reserva?

¡Contrate su viaje con una agencia, oiga! Sobre todo si viaja a países no convencionales…

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar