Comida para 4 adultos y mi hijo de 5 años en este restaurante unbicado en pleno corazón del barrio de la Malvarrosa.

Lo que me gustaría destacar del lugar es la calidad del producto que ofrecen que es de primera.

Nosotros dimos buena cuenta de unas croquetas de rabo de toro que estaban deliciosas, también pedidos chipirones en su tinta con un gran sabor a chipirón y producto fresco y recién hecho, al igual que unos calamares con el rebozado justo , muy buenos también.

Unas cigalitas con caracoles con salsa de tomate y verduras , que estaban tremendas y buena cuenta de varias bandejas de pan dimos con la salsa.

También rabo de toro, delicioso y tierno, se deshacía.

De postre nos dieron a probar 4 tipos de tartas caseras que tienen, y se notaban que eran caseras, de lima con chocolate, de caramelo creo recordar, de chocolate y flan con confitura de fresa. Buen colofón.

Para beber, cervezas, aguas, 1 botella Blanco Verdejo de Rueda Nebla + cafés.

Tienen una carta de vinos con referencias valencianas, riberas y riojas y alguna sorpresa pero no muy extensa.

Copas correctas con servicio de cubitera para blanco.

Servicio muy amable, cercano y familiar, que es lo que es un negocio familiar.

La cuenta la desconozco porque fuí invitado pero me consta que la rcp es muy buena.

Otro día volveremos a probar algunos de los arroces que desfilaban por delante de nosotros.

Altamente recomendable.