Restaurante Hostal Restaurante Los Olmos en Aguilar de Campoo
Restaurante Hostal Restaurante Los Olmos
País:
España
Provincia:
Cód. Postal:
Tipo de cocina:
Vino por copas:
Precio desde:
20,20 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Cierra:
No cierra
Nota de cata PRECIO MEDIO:
20 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
7.0
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
4.0
Comida COMIDA
7.0
Precio medio entorno ENTORNO
8.5
RCP CALIDAD-PRECIO
8.5
Filete de carne "Angus" con patatas
Cuarto delantero de lechazo
Opiniones de Hostal Restaurante Los Olmos
OPINIONES
1

Restaurante-hostal ubicado en el polígono industrial que está pegando a la villa palentina de Aguilar de Campoo. Villa galletera por excelencia, este honor se debe a que en ella se asentaron durante décadas las principales fábricas de galletas de la península: Fontaneda, Gullón, Fontibre, Ruvil…en la actualidad, tan sólo quedan en funcionamiento el horno del Grupo Siro y Gullón, esta última en plena expansión y funcionando a todo gas.

El edificio en sí no tiene ningún atractivo arquitectónico, construido en 1995 y reformado en el año 2012, alberga 32 habitaciones y varios comedores que dan cabida a bodas, bautizos y demás eventos.
Tampoco resulta de interés el polígono industrial donde se encuentra ubicado. Lo importante es que está pegado a la autopista y tomando la salida de Aguilar, se llega al restaurante en 3 minutos de reloj. También está muy cerca del centro urbano de Aguilar, por aquello de realizar alguna compra o dar un paseo para ver la villa.

En días como el de hoy, frío invernal y nieve, el edificio se convierte en un estupendo refugio contra las inclemencias del tiempo y nada más entrar, el cuerpo agradece el calor que lo recibe y el olor a brasa que se respira.

Sin reserva previa (sabía que no iba a haber ningún problema un día como hoy), nos ubican amablemente en una mesa muy amplia situada junto a la cristalera. Comedor muy grande, decoración desafortunada en mi opinión, mezcla de tradicional-rancio abolengo con toques modernistas.
Mesa vestida con mantel de tela color calabaza (bastante feo) y bajo mantel también de tela en color azul marino. Sillas de tela color azul con estructura de madera oscura…¡Ufff! Ante tal espectáculo, se me pierde la mente mirando a través del cristal…veo la nieve cubriendo el suelo, los árboles agitados por el fuerte viento norte y un cielo plomizo que amenaza más nieve…la estampa me produce una sensación de recogimiento; pese a la desacertada decoración estoy realmente a gusto.

El local presume de tener muy buena carne, de hecho tienen ganadería propia tanto de carne de vacuno (Raza Angus) como carne de equino.
Nos traen la carta y como una de sus especialidad es el lechazo (cordero lechal), antes de decidir nada, pregunto al camarero si tienen. Me comenta que sí, que está recién hecho y que tienen además cuarto delantero, para mí la mejor parte. Yo ni me lo pienso y voy a por el lechazo; mi compañera también se apunta y para los peques pedimos filete con patatas.

El lechazo lo hacen asado en horno de leña, de forma tradicional. El resto de carnes las preparan a la brasa.

Comida para 4 personas, dos adultos y dos niños. Todo lo degustado fue lo siguiente:

1-“Lechazo asado en horno de leña” (con Denominación Geográfica de Castilla y León): presentado en cazuela de barro, ¼ delantero, churruscado por fuera y en su punto por dentro. Carne con sabor, jugosa, la dabas vueltas y vueltas y el disfrute no terminaba. El jugo del propio lechazo exquisito. Vaya unte que le dimos con el pan.
Venía acompañado de ensalada de lechuga y cebolleta que la aliñabas a tu gusto. Tanto mi compañera como yo disfrutamos como enanos. (35 € Iva incluido).

2-Para los peques dos filetes a la brasa acompañados por patatas fritas:
La carne era de la raza Angus, para ser un simple filete realmente rica. Los peques dieron buena cuenta de ella. Las patatas cortadas a mano…eso me gusta. (8,5 € c/u. Total 17 € Iva incluido).

3-Postres:
Tenían una vitrina llena de postres caseros. Arroz con leche, tartas varias, natillas…
Yo pedí tarta de hojaldre rellena de crema pastelera y nata acompañada de bola de helado de vainilla. La verdad que no esperaba nada de la tarta, la pedí solo por comer algo dulce, pero me sorprendió. El hojaldre estaba crujiente, suelto, nada apelmazado como suele ocurrir cuando se humedece con el relleno o con cualquier líquido o salsa que la acompaña. La verdad que me hizo disfrutar. (4 € Iva incluido).
Mi compañera pidió “Tarta de manzana”. Con una fina base de galleta que curiosamente no llegó a su plato, ya que se quedó pegada en la base del molde tal y como vimos al marchar en la vitrina que refrescaba los postres. Cosas curiosas que pasan con las que te ríes un poco. (4 € Iva incluido).
Los peques querían un helado. Pese a estar fuera de temporada, el camarero nos dijo que todavía les quedaba alguno. Se fue a mirar y cuando volvió con ellos, al ver el envoltorio, se me escapó una sonrisa. ¡Era un “Frigo pie”! ¡Qué recuerdos me trajo, cuántos habrán caído en mi estómago! Viendo cómo los chuperreteaban y cómo se ponían los morros volví durante unos instantes a mi niñez. (3 € los dos helados Iva incluido).

El pan que nos sirvieron era PAN. Pan casero traído de un pequeño obrador situado en uno de los pueblos de la zona (Cillamayor). Pan que lo mismo es capaz de dejar seco cualquier plato de salsa que estrujar un par de huevos fritos con contundencia y sin perder la consistencia. Lo disfrutamos muy mucho. Eso sí, se cobró en cuenta. (0,70 x 4 = 2,80 € Iva incluido).

Para beber, leí un poco la carta y no tenían gran cosa. La mayoría Riojas y Riberas. Me decidí por un Rioja Viña Alcorta, Crianza del 2008. Muy buena temperatura. Descorche y llenado de primera copa. Copas decentes de cristal fino. Ya lo había tomado en más ocasiones y para mí es un vino que acompaña muy bien las carnes. (11 € Iva incluido).
También tomamos botella de agua. Copas de cristal grueso. (2 € Iva incluido).

Para finalizar la comida, una infusión y un café solo, este último muy rico por cierto. ( 1 € cada uno = 2 € Iva incluido).

La cuenta ascendió a 80,80 € Iva incluido.

Destacar el trato recibido por parte del servicio de mesa. Atentos a que no faltara nada y pendientes de los peques como pocos.
Una vez terminamos, nos despedimos agradeciendo el trato. Abandonamos el local y nada más cruzar la puerta de salida el crudo frío nos golpea con fuerza, corremos hasta el coche pisando la nieve y me doy cuenta que he comido realmente a gusto. Habrá que volver a probar el resto de carnes...

Un lugar recomendable para hacer una parada si se va por la autovía, ya que no requiere desviarse mucho, y también si se está por la zona disfrutando de la montaña y del románico que reina en la zona.

Eso sí, AVISO A NAVEGANTES: abstenerse de ir fines de semana a mediados de agosto, se celebran bodas y las fiestas de muchos pueblos cercanos, estando la zona a rebosar de turistas y veraneantes, por lo que el restaurante está literalmente sa-tu-ra-do y la experiencia no va a ser ni de lejos la que pudiera ser cualquier fin de semana de otoño, invierno o primavera. Este último consejo lo digo por experiencia propia.

Nota aclaratoria: en la foto del lechazo no se aprecia el churruscado en primer plano ya que lo que se ve es la parte interior del costillar. Antes de servirla la “rompen” dándola la vuelta, quedando en la foto la cara churruscada por abajo.
El entorno no lo he puntuado teniendo en cuenta el polígono, porque le daría un cerete. He puntuado la zona, Aguilar y sus alrededores que creo que merecen mucho la pena.

  • Filete de carne "Angus" con patatas

    Filete de carne "Angus" con patatas

  • Cuarto delantero de lechazo

    Cuarto delantero de lechazo

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