Después de darme un largo paseo por Dubai Creek (una especie de ría que parte Dubai en dos), opté por tomarme un buen zumo de frutas en la terraza que literalmente cuelga sobre la ría, disfrutando de las vistas y del trasiego de gente que cruza la ría en los clásicos dhows (barcazas de madera) de una orilla a la otra. Mientras me tomaba un delicioso zumo de mango (a mi personalmente me encanta esta fruta), me dio por pedir la carta (100% cocina libanesa) y al final caí en la tentación de pedir algo de comer para seguir disfrutando del ambiente. Eso si, terminé pidiéndome otro zumo de la misma fruta.

Servicio atento y rápido.

El pan de pita que me pusieron con la comida no era recién hecho y me resultó malísimo.

Comida para uno:

- Hummus: Posiblemente la pasta de garbanzos más anodina que he probado en mi vida. Malo de solemnidad.

- Arayes de cordero y queso: Cuatro típicos emparedados de carne picada de cordero con especias y queso entre dos panes de pita y asados en el horno. Bien de sabor, aunque el pan no estaba todo lo crujiente que debiera. No pude terminar con todos.

Así es que, sin pedir fruta, seguí disfrutando de la terraza hasta que terminé el zumo.

No puntúo el apartado de vinos pues no se ofertan en este local.

Precio total: 15.50€

Nota: El precio por persona indicado es lo que estimo que costaría comer en este local con tasas y servicio incluidos y sin bebidas