Pasadas las 4 de la tarde, junto a la explanada del Santuario del Rocío en Huelva, no da tiempo a buscar locales y la zona está llena de lugares de comer los visitantes, todos muy similares, de esos que los camareros te incitan a entrar a su local (odio esta situación).

Pues bien hay que adaptarse al lugar, a la hora y al hambre y nos decidimos por este local que nos parece menos “de la zona”
No acomodamos en un patio que tiene interior, cuanto adultos y dos niños, en una mesas de tipo pino, sin mantelería y decididos a picar.

Compartimos:

Una de ensaladilla de gambas.

Un surtido de ibéricos.

Una de queso

Una ración para dos personas de parrillada de carne de ibéricos con sus patatas fritas.

Todo nos pareció excelente (tratamos de no entusiasmarnos por el hambre), pero hay que reconocer que los ibéricos eran buenos y recién cortados, la parrillada estaba tanto la carne como las patatas recién hechas y el queso de muy buen nivel. No digo que la ensaladilla estaba recien elaborada, pero sí que estaba a tan buen nivel, como la gran mayoría de las que suelo comer por Andalucía cada año.

No tomamos vinos y si 7 cervezas y agua.

La cuenta al final ascendió a 68 euros por tanto a 11.30 euros por comensal, que era dado el nivel muy bien precio, considerando que aunque no hubo vino, tanto los ibéricos como los quesos son caros (a 15 y 12 euros respectivamente).

El servicio muy atento y sin querer vender nada que no se pidiese. Como detalle debo decir que algo de lata me dieron las moscas.

Comentario:

Si estáis por el lugar y no pretendéis alardes en la mesa, este lugar me ha parecido para picar bien, con una buena calidad, servicio ágil y un buen precio.